Medalla de oro para ‘chispines’ municipales

Santiago León Cabrera

Bueno, creo que las emociones por los logros olímpicos de los deportistas ecuatorianos se han celebrado con copas. Pero con las copas de las aguas locas. Y es que un exfuncionario de la EMOV, uno de alto rango, se mandó los guaros entre semana y fueron los propios agentes de tránsito que lo agarraron. De acuerdo a nuestras leyes el joven tenía que ir preso, pero ya sabe. Como siempre encontraron un cabito suelto y el honorable servidor municipal salió libre.

Chuta. Es que algo está pasando con algunitos empleados municipales. No es la primera vez que andan chispines manejando el carro y los jueces se hacen los locos y dictan medidas alternativas, como el servicio comunitario. Es decir, usted no va al tarro sino que entre semana tiene que ir de barrendero y listo. No recuerdo cuántas horas tiene que pagar, pero lo importante que no se va a la cana y por ende no habrá líos en su camello.

La otra vez hubo una broncaza en la misma EMOV. De acuerdo a mis fuentes, no oficiales, un caballero estaba conduciendo en estado etílico. Resulta que habría sido pareja de una funcionaria tuca en esa institución. Los agentes siguieron el procedimiento para detenerlo, pero, milagrosamente para el infractor, otro funcionario de alto vuelo de la EMOV aparentemente pidió que lo dejaran en libertad. Es más, hubo un parte del agente que informó sobre la novedad, pero no pasó a mayores. Se hicieron algunos cambios a la interna de la empresa, pero nada más.

Yo creo que el alcalde de Cuenca tiene que implementar algún tipo de sistema para detectar a los copas bravas, que desean ingresar a camellar en la institución, y ponerles un ojito. Es que en la campaña electoral un simpatizante de Cristian Zamora, en ese momento candidato, protagonizó un tremendo relajo. Chocó un carro, invadió vía, insultó al personal de tránsito, hizo despertar a todo un barrio. ¿En qué estado estaba? Así es. Chispo, pluto, borrachito. Al día siguiente difundió un video con cara de perro a medio morir, sería por el chuchaqui moral que se cargaba, pidiendo perdón a Diosito y a la familia. Que todos pueden equivocarse. Así que sabrán disculpar el bochorno.

A ver. Acá no estamos para dar lecciones de moral ni de alcoholismo. Es más. Hace años atrás yo irresponsablemente cometí el mismo error y me fui preso 15 días. Me la pasé amargamente en mi estancia reformatoria. Pero ser un alto funcionario del Municipio de Cuenca, que ganas sueldazos superiores a las 2 lucas, por mínima lógica no deberías andar pluto detrás de un volante infringiendo las leyes a diestra y siniestra. Así que mijín, nadie te está diciendo que no chupes. Hazlo, pero ojo no abuses de tu poder. Es pasajero.   (O)