En este simulacro de elecciones primarias, en donde prevalecieron los pactos ocultos, algunos politiqueros fueron olvidados con premeditación y alevosía.
Por ejemplo, al “lelo” Araúz, aun estando físicamente en el Paladines Polo, nadie le paró bola y tuvo que comerse la más amarga mirando al amigo íntimo de Chávez y Maduro, la carita de ángel de Diego Borja, aparecer como candidato a la vicepresidencia de la RC. Sí, aunque parezca inverosímil, Correa dice haberle perdonado los deslices del “fuera Correa fuera” que Borja gritó con furor años atrás.
Que es una muestra de “apertura” a otras corrientes de pensamiento ajenas a la RC, es un insulto a la inteligencia de los ecuatorianos, porque quien más que el científico del “sucre” como moneda de los países del ALBA, (utilizado para lavar el dinero de las exportaciones ficticias), podía calzar justo en los afanes de transformar al Ecuador en una segunda Venezuela, además de quedar muy bien con el dictador Maduro, financista y protector de la delincuencia organizada.
Han quedado varios desechados, porque esta vida electoral también es de “sacrificios”: la Pierina no llegó por no estar en los planes del ñaño; a la perseguidora de la Fiscal, Guísela Garzón, ni para llevar el leccionario; los resentidos son muchísimos. Correa dijo que no serán tomados en cuenta aquellos que no han defendido a Glas; por eso, las lágrimas de cocodrilo de Mónica Palacios en un video, pidiendo la salida de la Roca del reo, es suficiente condición para su reelección.
La estrategia de Correa es similar a la utilizada por el modelo venezolano. Tener varios candidatos que molesten y resten votos a los contrincantes con posibilidades electorales. Para esto ya tienen a Iza, Granja, Escala, Kronfle, Armijos, Freile, Saquicela y hasta hoy aparecerán otros, como ya ha dicho el camaleón Jairala, con el pudiente José Serrano. Montan binomios sin ninguna posibilidad, y lo hacen porque el esperpento del código de la democracia les permite, o por simples ganas de joder. Desde hace rato la campaña anticipada está en plena vigencia con la exquisita complicidad del CNE.
Esperarán la segunda vuelta, para empezar las negociaciones, concesiones y dádivas. Los de la RC, si no llegan a la presidencia, siempre apuntan a dominar el poder a través de la Asamblea; allí aspirarán obtener la presidencia con el Caín Xavier Lasso o las ansiadas comisiones de Fiscalización, Justicia, Régimen Económico o varios puestos en el CAL. Su afán será trabar al gobierno de turno, sea quien fuese.
No servirá el pacto de las izquierdas, buscarán bajar las candidaturas de los ingenuos, hoy esperando como giles a ser tomados en cuenta en la recta final. Horas antes de publicar esta columna, la posibilidad de que Borja se quede firme en el binomio de la RC es incierto, como producto de la crítica acerva de la sociedad a este pre candidato. La orden desde Bélgica es la que se cumplirá y punto. Mejor me río. (O)