Ecuador, un país de contrastes, ha sido testigo de una serie de promesas incumplidas por parte de líderes políticos. Desde la vuelta a la democracia en 1979 hasta la actualidad, las ofertas electorales han sido el pan de cada votación, pero muchas de ellas no vieron la luz.
Esta es la crónica de una historia repetida, en la que el afán de un cambio se ha desvanecido en la realidad de la política ecuatoriana.
Diario El Mercurio, que cumplirá su centenario en octubre de 2024, ha documentado las promesas de campaña, registrando cómo los políticos cambian de estrategia, de partido y hasta de discurso y convicciones. Lo que no cambia son los desafíos en educación, vialidad, reducción de la pobreza, generación de empleo y estabilidad económica, que permanecen como constantes el país.
La promesa del progreso
León Febres-Cordero, quien asumió la presidencia en 1984, llegó al poder prometiendo un nuevo amanecer económico. Su campaña se centró en la mejora de la economía y la reducción de pobreza.
No obstante, su mandato fue marcado por una fuerte represión política y conflictos sociales que evidenciaron el fracaso de sus propuestas.
Otro episodio controversial fue el de Abdalá Bucaram, quien en 1996 llegó al poder con un discurso populista y la promesa de reducir la pobreza.
Bucaram logró conectar con sectores vulnerables. Pero su mandato fue efímero. En menos de un año, fue destituido por el Congreso en medio de escándalos de corrupción.
Feriado bancario
Jamil Mahuad, elegido en 1998, prometió estabilidad económica. Sin embargo, su gobierno es recordado por la grave crisis económica que llevó a la dolarización. Fue derrocado en el año 2000.
Lejos de estabilizar la economía, el país vivió una de las peores recesiones. A pesar de que Mahuad había dicho que “el Gobierno jamás va a incautar ni confiscar las cuentas de nadie”, en marzo de 1999 se decretó el feriado bancario, que iba a durar 24 horas, pero se extendió por un año.
Lucio Gutiérrez, un exmilitar que prometía combatir la corrupción y defender a los sectores populares, llegó a la presidencia en 2003 con el apoyo de la izquierda y las bases indígenas.
Pero su mandato fue una paradoja: el líder de izquierda que terminó adoptando políticas neoliberales. Gutiérrez perdió el apoyo de quienes lo llevaron al poder y fue derrocado en 2005.
“Queremos convertirnos en el mejor aliado y amigo de Estados Unidos, dijo el presidente Lucio Gutiérrez, tras la reunión con George Bush. Está preparando una nueva Constitución donde considera propuestas de cambio realizadas durante la campaña”, reseñó El Mercurio en 2003.
En lo local, Marcelo Cabrera cuando se candidatizó para alcalde en 2014 ofreció entregar 5.000 viviendas, una nueva circunvalación, mercados zonales, megaparques. Continuó con el Tranvía y entregó mil casas.
Cabrera inició su vida política como prefecto del Azuay durante dos periodos (1996-2000 y 2000-2004), por Democracia Popular. En 2004 fue elegido alcalde por la Izquierda Democrática. En 2021, dejó la Asamblea para asumir el Ministerio de Transporte y Obras Públicas en el Gobierno de Guillermo Lasso.
Yaku Pérez, quien fue Prefecto en 2019, abogaba por la redistribución de la riqueza y cuestionaba la acumulación excesiva de bienes. Pero dio un giro en su postura ideológica. En 2016 criticaba la idea de tener múltiples propiedades. Siete años después, en un mitin expresó lo contrario, defendiendo el derecho a poseer varios bienes si son fruto de su trabajo.
Desacuerdos
Rafael Correa asumió la presidencia en 2007 con la promesa de una Revolución Ciudadana. Aunque cumplió con algunas de sus ofertas, otras quedaron en el tintero. La diversificación de la economía y la reducción de la dependencia del petróleo fueron promesas que no se concretaron. Además, insistió en la reelección, pese a haber prometido no hacerlo.
Lenin Moreno llegó a la presidencia en 2017 como el sucesor de Rafael Correa, prometiendo continuar con el proyecto de la Revolución Ciudadana. Una vez en el poder, Moreno dio un giro hacia la derecha, adoptando políticas neoliberales que contrastaban con su discurso de campaña. Este cambio de rumbo provocó una ruptura con su predecesor y con la base que lo eligió.
En Cuenca, Pedro Palacios, al igual que otros exalcaldes, ofreció un nuevo estadio municipal. «Nuestra propuesta es construir un nuevo estadio, que tenga un aforo para al menos 35.000 personas”, mencionó en 2019. De su promesa solo quedó un diseño que presentó en agosto de 2022 para la reconstrucción del estadio Alejando Serrano Aguilar. (PNH)-(I)
“Queremos convertirnos en el mejor aliado y amigo de Estados Unidos, dijo el presidente Lucio Gutiérrez, tras la reunión con George Bush. Ratificó que está preparando una nueva Constitución donde considera propuestas de cambio realizadas durante la campaña electoral”.
Publicado en El Mercurio. Febrero de 2003.
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