El Ing. Galo Ordóñez Espinosa, reconocido profesional en Ing. Sanitaria, junto con la Ing. Sandra Barros Pesántez, destacada funcionaria de ETAPA EP, presentaron en mayo de 2018, la valiosa investigación al Directorio de ETAPA sobre los graves riesgos de la minería metálica en Quimsacocha y la acentuada reducción de caudales en el Tomebamba y Yanuncay. En sus conclusiones expresan: ¡Somos ricos en ríos pobres!, recalcando la necesidad de regular ambos ríos mediante presas y embalses para asegurar la provisión de agua para Cuenca, que en los próximos 30 años tendrá una población superior al millón de habitantes.
La microcuenca del Tomebamba tiene un área de aporte de tan solo 233 km² en Sayausí, sitio de captación de agua para potabilización. La del Yanuncay abarca apenas 238 km² en Sustag, y la del Machángara cubre 235 km² en Saymirín. Las tres cuencas juntas no igualan ni a un tercio de la cuenca del río Portoviejo, que tiene 2.084 km²; mucho menos se comparan con el río Daule, fuente de agua para Guayaquil, con 13.500 km², y ni hablar del río Esmeraldas, con 21.673 km².
En períodos de estiaje, el Tomebamba se reduce a 800 l/s y el Yanuncay a 900 l/s; sin embargo, el Machángara, al estar regulado por las presas de Chanlud y El Labrado, mantiene un caudal superior a 3.000 l/s, lo que permite abastecer al 60% de la urbe, evitando hasta ahora traumáticos racionamientos.
Así como en una alcancía guardamos nuestros ahorros para retirarlos en una necesidad urgente, los embalses de las represas se llenan en períodos de lluvia para extraer el agua en verano, como el que atravesamos, de manera que no falte el suministro de agua potable y para otros usos importantes.
¡Preocupa sobremanera a los cuencanos que, año tras año, tengamos períodos tan prolongados de estiaje, los cuales, en caso de continuar, podrían acarrear problemas traumáticos de desabastecimiento! Es alarmante que el Señor Alcalde de Cuenca, así como los Gerentes de ETAPA EP y ELECAUSTRO S.A., no hayan mencionado una sola palabra ni presentado propuestas frente a tan delicada problemática, la cual se está volviendo recurrente debido al cambio climático irreversible que afecta a todo el planeta y, en especial, a cuencas hídricas altas y pequeñas como las nuestras. (O)