Tranvía y buses

La integración tecnológica entre el sistema tranviario y de buses urbanos, en cuanto al recaudo, finalmente es un hecho, tras cuatro años de disipaciones.

El Concejo Cantonal de Cuenca aprobó en segundo y definitivo debate la reforma a la ordenanza para la Aplicación del Sistema de Recaudo en el Transporte Público.

Entrará en vigencia tan pronto se publique en el Registro Oficial, pero se hará operativa cuando se cumpla los pasos técnicos correspondientes.

En consecuencia, quienes viajan en los buses urbanos, con la misma tarjeta electrónica podrán pagar el pasaje al abordar el tranvía y hasta para la bicicleta pública.

La integración de los dos sistemas de recaudo podría estar lista para finales de 2024. El nuevo software, cuya adquisición correrá por cuenta del sistema tranviario, requiere una inversión estimada en 800 mil dólares.

Los beneficiarios serán los usuarios del transporte público, en cuanto al abordaje, mayor seguridad y disminución de los tiempos de viaje, según las apreciaciones técnicas; además fáciles de entenderlas.

No se trata de una caja común. Cada operador del transporte recibirá lo suyo, según lo determine el software.

Esta integración fue motivo de grandes desavenencias entre aquellos dos actores de la transportación, en especial desde la perspectiva económica. Saludable, entonces, el acuerdo conseguido; igual la decisión política del actual Concejo Cantonal.

Sin embargo, quedan dudas sobre la otra integración: la de los buses como “alimentadores” del tranvía, tan, pero tan importante como la del recaudo, y uno de los principales fundamentos para implementar el sistema tranviario.

El “correteo” de los buses no ha parado. Son parte del caos vehicular en la ciudad, cada vez más intolerable y contaminante.

Afrontar esta otra necesidad imperiosa, también es un desafío para la autoridad municipal y, por consiguiente, de la administración del sistema tranviario.