René ‘Chocolate’ Mora, el cuencano de los goles olímpicos 

En la década de los 90 colgó de forma definitiva los botines. Como profesional defendió las camisetas de Liga de Cuenca y Deportivo Cuenca.

Deportivo Cuenca
René Mora destinó uno de los cuartos de su casa para acomodar algunos recuerdos que guarda de su paso por el balompié profesional. Foto Bolívar Sinchi/El Mercurio

René ‘Chocolate’ Mora luce más fuerte. De vez en cuando se apoya en un bastón para no perder la estabilidad. La rehabilitación va por buen camino. Hace poco le colocaron una prótesis en la rodilla izquierda. El próximo año lo harán en la derecha.

En ambas le diagnosticaron artrosis producto de los años que dedicó al balompié profesional con las camisetas de Liga de Cuenca y del Deportivo Cuenca.

“Antes la preparación física no era tan científica como ahora. Recuerdo que llegábamos al estadio, nos cambiábamos de ropa y salíamos a correr a Turi… O en el estadio subíamos y bajábamos las gradas saltando con los pies juntos… Eso producía un impacto tremendo en las rodillas. Ahora se ven los gimnasios, las recuperaciones, las rehabilitaciones…”.

Mora se entregaba por completo en los partidos. “Por eso me decían el hombre de los tres pulmones y ahora tengo hecho pedazos mis articulaciones…”.

Tiene una enorme gratitud con la hinchada porque siempre apreció su esfuerzo incluso en la derrota. “Nunca me lanzaron una piedra”, asegura. Otros compañeros no tenían la misma fortuna cuando pasaban por la boca del túnel.

¡Harto chocolate! con Deportivo Cuenca Master

René ‘Chocolate’ Mora se retiró por completo de las canchas en la década de los 90. Celebró cinco títulos con Deportivo Cuenca en el Campeonato Provincial Master. “Teníamos un equipazo”, recuerda.

El onceno titular estaba conformado por Rodolfo Piazza, Guillermo Jaramillo, Fernando Sotomayor, Tyron Jaramillo, Iván Caicedo, ‘Pipo’ Vélez, ‘Chompi’ Romero, ‘Chocolate’ Mora, ‘El Flaco’ Arévalo, ‘El Tano’ Liciardi y José Sotelo.

“Después la edad fue pasando, empezaron a doler las rodillas, no pensé que era artrosis…”. Por esta enfermedad se jubiló a los 60 años. Era profesor de Educación Física en el colegio Carlos Cueva Tamariz.

Hoy ‘Chocolate’ Mora dispone de un carné de discapacidad del 59 %. “Son gajes del oficio y no me arrepiento de todo lo que he hecho”.

‘Pipo’ Vélez, ‘Bombo’ Alarcón, José Sotelo y ‘Chocolate’ Mora como integrantes del Deportivo Cuenca Master.

‘Chocolate’ Mora: de hincha a futbolista profesional

‘Chocolate’ Mora reconoce que al igual que otros hinchas de la década de los 70, iban a una construcción para tomar un ladrillo. Luego lo entregaban de entrada para observar al Deportivo Cuenca en el estadio Alejandro Serrano Aguilar.

Como el “canchero” de la época era pariente de su papá, también ayudaba a tizar la cancha y a lustrar los pupos de los jugadores.

Le gustaba más jugar al indor que al fútbol. A los 16 años le invitaron a las formativas de La Gloria. Bastó un año para que le ascendieran al plantel que disputaba la Segunda Categoría.

Al descender el equipo al torneo de la Federación Deportiva del Azuay, Estudiantes lo reclutó y en 1974 perdió la final con Liga de Cuenca (1-0).

En ese año la Federación Ecuatoriana de Fútbol daba cupo directo a la Serie B a los campeones provinciales.

‘Chocolate’ Mora asistió al llamado a pruebas que hizo Liga de Cuenca. Entre 400 aspirantes calificó para ser parte del plantel profesional.

No todo fue felicidad. Cursaba el cuarto año en el recién fundado colegio César Dávila cuando el director técnico de los Albos, Pablo Ansaldo, “me hizo escoger: el fútbol o los estudios”.

René ‘Chocolate’ Mora defendió a la desaparecida Liga Deportiva Universitaria de Cuenca.

Su llegada al Deportivo Cuenca

En 1977 Liga de Cuenca obtuvo a media temporada el título de la Serie B. En el segundo semestre, René Mora tuvo la satisfacción de jugar el ‘clásico azuayo’ contra Deportivo Cuenca en la Serie A.

En 1979 Luis Grimaldi pidió a ‘Chocolate’. El Expreso Austral no pudo llevarlo porque Liga de Cuenca solicitó por su pase 1’200.000 sucres. Un año después, los dirigentes negociaron el pase por 300.000 sucres más tres jugadores.

Mora esperaba algún recibimiento antes de su primer entrenamiento. El único que le dio la bienvenida fue el utilero ‘Pepito’ Chasi y algunos compañeros del equipo.

“Parece que no era del agrado del técnico (Guillermo Reinoso), no me había pedido, pero para suerte mía y mala suerte de dos compañeros que se lesionan antes del torneo, no le quedó más que ponerme”.

Su desempeño como volante hizo que se ganara la titularidad y fuera nombrado en algunas ocasiones capitán del equipo. ‘Chocolate’ Mora confiesa que siempre fue exigente consigo mismo.

“Era de los tipos que me gustaba llegar primero, entrenar lo mejor que pueda y quedarme al final cobrando tiros de esquina”. Esa constancia lo convirtió en el único cuencano en marcar tres goles olímpicos.

  • El primero fue en 1977 con Liga de Cuenca en la Serie B. Fue el gol del empate contra Luq San (1-1) en el estadio Modelo.
  • El segundo fue en 1980 con Deportivo Cuenca en la Serie B contra Liga Deportiva Estudiantil de Guayaquil en el estadio Alejandro Serrano Aguilar.
  • El tercero no recuerda muy bien el año, solo guarda en la memoria que fue con Deportivo Cuenca de local contra Audaz Octubrino.
La prensa nacional se hizo eco de su primer gol olímpico en la década de los 70 en Guayaquil.

Una de las lesiones más graves que superó fue la rotura de meniscos y ligamentos.

En 1983 contra Liga de Quito, el uruguayo Nelson Moraes “me vino con una plancha a la altura de la rodilla, yo ya estaba un poco mal de los ligamentos, así que pasé tres meses en recuperación para volver a jugar”.

Despedida del balompié profesional

‘Chocolate’ Mora contrajo matrimonio a los 20 años con Miriam Bermeo. Su esposa le apoyó para que retome los estudios en el colegio nocturno San Francisco.

Después estudió Cultura Física en la Universidad Católica. En 1982 el colegio Carlos Cueva le abrió las puertas como docente.

El trabajo y sus responsabilidades como presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios hacían que no pueda entrenar con normalidad y bajó su rendimiento.

El profesor Héctor Morales (+) “me dijo: René, vengo a decirle que se retire”. A mediados de 1986, el estratega ecuatoriano le ofreció jugar el primer tiempo contra Liga de Quito para que se retire del fútbol.

“No fue así. Tuve que esperar en el camerino con mi primer hijo, tendría 12 años. Terminado el primer tiempo, entré al campo de juego, me di la vuelta y me despedí de la gente”.

Tres años después, Liga de Cuenca le convenció que regrese y en la Serie B cumplió el sueño de jugar en el estadio Monumental. “Tuve la oportunidad de hacer un gol de tiro libre y le ganamos a Calvi en Guayaquil”.

Sus días lejos del fútbol

A sus 70 años, ‘Chocolate’ Mora disfruta la compañía de su esposa, sus dos hijos y sus seis nietos. Uno falleció a los 19 años.

‘Mi vida es más tranquila”, dice en la casa que levantó con los años que dedicó a la docencia porque el fútbol “lo que más me dejó son amigos”.

Le gusta escribir, leer y sobre todo cantar. De hecho, hubiese sido un gran músico, pero se atravesó el fútbol.

“Cuando era estudiante en el César Dávila (que estaba ubicado en la plaza Rotary), una vez hicieron un festival de la canción. No sé cómo, pero gané. De premio me dieron una lámpara de pantalla y un reloj”.

Uno de los temas que más canta en la actualidad es ‘Resistiré’, que surgió a raíz de la pandemia de la COVID-19.

Le dedica a uno de sus hijos que está en la fase final de recuperación de un cáncer. “Estoy mejorando para seguirle cantando y que tenga la fortaleza de seguir superando y salir adelante”.

Detalles

  • Mora fue parte del Deportivo Cuenca que en 1985 ascendió a la Serie A tras su descenso a la Segunda Categoría en 1982.
  • Mora también fue asistente de Héctor Morales (+), preparador físico de Juan Ramón Silva y hasta 1996 trabajó con Carlos Ramacciotti.
  • Mora cuenta que en la década de los 80, un dirigente le confesó que puso su pase como garantía en Banco del Austro para obtener un préstamo y pagar al equipo.
  • Mora heredó de su padre Luis el apodo ‘Chocolate’. Le puso la jorga que se reunía para hacer deporte en la Alianza Obrera. Todo porque la mamá de la chica que pretendía, vendía chocolate artesanal en el zaguán de la casa.

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