Término atribuido a Guillermo Apollinaire, escritor naturalizado francés, nacido en Italia y de padres bielorruso-polaca. Su trayectoria tuvo influencia artística visual de sus amigos Pablo Picasso y George Braque. Si bien ellos tenían un momento de cubismo y dadaísmo (criticando situaciones nefastas de guerras civiles), influyeron en la propuesta de Apollinaire: el caligrama, una forma de escribir poemas mediante figuras que dan una grafía al texto. Es decir, visualmente se tiene una idea sobre qué trata el escrito ya que el mismo perfila un “dibujo.”
Con esto, abrió las puertas a una siguiente etapa artística, el surrealismo, palabra con la que tituló una obra y cuyo significado es “lo que está por encima del realismo.” Principalmente, tenía la intención de integrar las artes (literatura, pintura) para acercarse al cubismo mediante la poesía.
Como movimiento, el surrealismo surge hacia 1920 con el Manifiesto del Surrealismo de André Bretón, escritor, poeta y ensayista francés. Indaga al subconsciente, se basa en expresar los sueños, una realidad distorsionada, mitológica, ir contra lo cotidiano, lo normal y dar un significado imaginativo a lo absurdo, desde adentro, y con posibles anhelos; pues, si es el subconsciente libre el que aflora, algo de las vivencias de la niñez habrá, psicoanálisis que viene también de Sigmund Freud.
Las expresiones no marcan un camino lógico, ni describen la sociedad real como se hacía normalmente, es un pintor Salvador Dalí con un reloj que se derrite, es lo impredecible de los poemas de García Lorca, es la imaginación en su máxima libertad, una imaginación propia de cada ser, sin que nadie más entre en ella.
Es un mundo muy único, personal. ¿Será que estamos en un constante surrealismo? Al concluir un viaje, cumplir una meta, llegar a cierta edad, brotan los anhelos basados en recuerdos. Al recordar, imaginamos un ¿Y sí…? Y entonces, surge ese momento onírico otra vez, asoma nuestro chiquillo interior con temores, experiencias y carencias de la niñez y pensamos en lo que creemos que habríamos querido, distorsionando la realidad. Si el surrealismo nos trae algo del pasado, entonces hagamos lo mejor de este momento, de modo que el futuro se convierta en una obra de arte, llena de ilusión y transparencias puras un tanto surrealistas. (O)