El teléfono móvil…

Hace algunos años este tipo de teléfono era un tanto irónico, a causa de su peso, pues hoy más de la mitad de la población lo posee, dado que caben en la palma de la mano. En la actualidad existen 7.000 millones de teléfonos celulares; y según el diario The Bulletin asegura “el número de estos aparatos casi iguala al número de televisores y computadoras juntos”. En efecto en nuestro país hay más teléfonos móviles que fijos; siendo un fenómeno social mundial.

A nivel mundial, la industria de las comunicaciones mueve anualmente miles de millones de dólares en el apartado de la telefonía móvil. Se comprende, por tanto, que el mundo de los negocios constituye al celular una bendición. La mayoría de los mensajes que se intercambian por este medio ultramoderno, no se basa en la voz sino en la escritura, pues según un estudio británico, un 42% de los usuarios de 18 a 24 años lo utiliza para coquetear; un 20% para concertar citas románticas de forma moderna, y un 13% para romper una relación. Algunos analistas sociales les preocupan que estos mensajes de miles de millones a diario conlleven a la juventud a no escribir bien. Mientras otros opinan que favorecen el renacer de la comunicación escrita en una nueva generación.

Pese a la utilidad del teléfono móvil en la vida social y los negocios, muchos empleados no lo consideran así pues para ellos es un grillete que los encadena a la empresa, puesto que, para sus jefes, están siempre localizables. La presión que existe de las llamadas a dado lugar a la “cultura de las interrupciones”.

A parte de sus molestias, estos omnipresentes aparatitos pueden convertirse en un enemigo público: sí se usa cuando se conduce…Aunque exista controversia tiene el potencial de ser un esclavo o una bendición. (O)