¿Es que no hay alguien más?

Bridget Gibbs Andrade

La designación de Fernando Yavar como parte de la comisión encargada para renovar a tres magistrados de la Corte Constitucional, generó una gran decepción.

En el 2011 ingresó al Consejo de la Judicatura del Guayas (CJG) rodeado de acusaciones de corrupción. Asimismo, fue pieza clave en el caso “Chucky Seven” con el sorteo (en privado) que designó a Juan Paredes en el juicio contra El Universo.

Este caso fue el arquetipo de cómo se manipulaba la justicia durante el correato. En el 2011, el juez Paredes emitió una sentencia de 156 páginas en tiempo récord, condenando a prisión a Emilio Palacios y tres directivos del diario y al pago de una indemnización millonaria a favor de Correa. Un peritaje ulterior desveló que la sentencia no fue escrita en una computadora del juzgado, sino en un dispositivo externo con el nombre de usuario “Chucky Seven”, lo que insinúa que el fallo fue preparado fuera del tribunal.

Bajo la presidencia del CJG, Yavar protagonizó una campaña para controlar el sistema judicial, conocida como “la metida de mano en la justicia”. Le asignaron un presupuesto de más de 500 millones USD destinado a la construcción de “complejos judiciales” que exhibieron sobreprecios. Un episodio que enturbia aún más su trayectoria fue su papel en la elección de Galo Chiriboga como Fiscal General.

En el 2012, la Fiscalía del Guayas inició una investigación en contra de Yavar Nuñez -padre de Yavar Jr.- luego de que el juez La Mota denunciara haber sido amenazado por el primero para que liberara a un delincuente con posesión de armas y un blindado. De tal palo, tal astilla.

Antes de ser presidente, Noboa tuvo conflictos legales con Roberto Goldbaum, su exsuegro. Contrató a Yavar y dos abogados más para representarlo.

Para ponerles en antecedentes, Seguros La Unión, de propiedad de Goldbaum, fue la única empresa en presentar una oferta para un contrato con Petroecuador en agosto del 2023, que le fue adjudicado en el gobierno de Lasso. Poco después de que Noboa llegara al poder, Petroecuador canceló el contrato y el exsuegro fue denunciado por los abogados del presidente ante la Fiscalía. El que Yavar haya prestado sus servicios para resolver asuntos personales de Noboa, sumado a sus antecedentes turbios y su servilismo al correísmo, lo descalifica ipso facto para ocupar un cargo público.

Hay tantos abogados con un proceder intachable, y el presidente escoge a un correísta. En serio, ¿es que no hay alguien más? (O)