Transfuguismo político

Mónica Banegas Cedillo X: @monicabanegasc


Estamos a puertas de iniciar la campaña electoral para elegir presidencia, vicepresidencia, asambleistas, y parlamentarios andinos, en febrero del 2025. Por ello, es oportuno poner sobre el debate nacional el concepto de transfuguismo político o coloquialmente conocido como camisetazo, según la Real Academia de la Lengua Española tránsfuga es la persona que pasa de una ideología a otra,  sin renunciar al cargo de elección popular, pero si renunciando a la organización política que postuló su candidatura.

Varias organizaciones de la sociedad civil, la academia, los medios de comunicación y los expertos electorales, han hecho énfasis en la necesidad de realizar una reforma al código de la democracia, sobre este mal de la democracia representativa, que, sin duda, no es menor.  Si bien las ideologías han quedado por debajo del pragmatismo político, lo que realmente preocupa al ciudadano es el cumplimiento de las ofertas de los políticos en campaña electoral alineados a los postulados de una organización política, mientras renuncian a esta. Lo que queda en entredicho es la rendición de cuentas para fortalecer el mandato ciudadano frente a su representante.

A los políticos se les olvida que, que el ciudadano no elige con voto preferente, en lista abierta a sus representantes, precisamente desde la última reforma, elige a sus representante por pertenecer a una misma organización política, votamos en lista cerrada  y bloqueada, coloquialmente se conoce como voto en plancha.

La clave del  buen  funcionamiento de  la  democracia   representativa  es  la  capacidad de articular correctamente la relación gobernante-gobernado; es decir, quienes  ejercen el poder  deben actuar en las mismas líneas programáticas por las que fueron elegidos por sus mandantes, una total utopía en democracias frágiles como la nuestra. (O)