En restaurante de Cuenca se “controlaban las plagas” con un gato

Este hallazgo se dio durante la clausura de tres locales, uno de ellos controlaba plagas con un gato y en otros había un perro muerto.

Insalubridad y desorden se halló en tres locales clausurados por el Arcsa en la avenida Ordóñez Lasso en Cuenca.
Insalubridad y desorden se halló en tres locales clausurados por el Arcsa en la avenida Ordóñez Lasso en Cuenca.

Un restaurante de la avenida Ordóñez Lasso, en Cuenca, “controlaba las plagas” con un gato.

Este hallazgo se hizo durante un operativo de control, tras la revisión a 13 locales emplazados en esta avenida, tres de los cuales fueron clausurados por insalubridad.

De acuerdo con la Agencia Nacional de Regulación Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), los tres locales que presentaron graves novedades están ubicados en los sectores San Martín y Santa María.

En la cocina del primer restaurante, se evidenció la acumulación de utensilios usados, restos de comida, basura, especias, entre otros productos.

Todo estaba desorganizado y mal almacenados.

Existía mucho desorden, aceite regado en el piso, harina para empanizar el pollo salpicada por mesas, equipos y alacenas.

En el piso había agua empozada, con mal olor, y detrás del refrigerador una infestación de cucarachas.

Esto sumado al mal manejo de desechos, cuyo tacho, colocado en el mesón de la cocina, rebosaba de basura con el cuerpo de un cachorro.

Controlaban plagas con un gato

El segundo establecimiento presentó un alto nivel desaseo, a tal punto que los propietarios del negocio refirieron que “controlaban las plagas” con un gato.

Los equipos estaban sucios y las paredes presentaban óxido y moho.

Asimismo, el piso no era el adecuado para actividades gastronómicas, ya que era una mezcla de tierra y cemento.

La infraestructura no era la adecuada para la manipulación de alimentos.

Tercera clausura

El tercer local también presenta insalubridad.

Por ejemplo, los congeladores estaban dañados, con óxido y suciedad.

En el espacio se almacenaban chanchos y cuyes. Las parrillas estaban sucias.

Esto elementos se guardaban con trozos de carne pegada y se volvían a utilizar.

Las condiciones de almacenamiento de productos no eran adecuadas, e incluso usaban un balde de un producto químico para guardar el adobo de las carnes.

Arcsa hizo un llamado a los comerciantes para cuidar los parámetros sanitarios, ya que no se busca la sanción, sino garantizar la calidad de alimentos que se brinda a la población.

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