Terror apocalíptico

Santiago León

Sin luz, sin agua, ahogados en humo y en medio de balas. No, no se trata de alguna escena del Apocalipsis. Es lo que estamos viviendo los ecuatorianos. Si pensaba que las consecuencias del calentamiento global estaban lejos de venir, pues le tengo una mala: ya lo estamos viviendo. Hay decenas de incendios forestales que están acabando con la vegetación y los animalitos. Los ríos están secos. Así que aquí les van unos consejitos para acolitar a la Pachamamita.

Si está acostumbrado a tomar duchas largas cantando los hits de Bad Bunny o Don Medardo y sus Players, es momento de cantar solo los coritos pegajosos. Péguese una lavada, pulverizada y engrasada, y salga soplado. Verá que si no llueve, se tendrá que bañar con un balde y una tacita, al estilo de nuestros abuelitos. No suena tan mal, ¿verdad?

Si es tirado a sobrado con su nave tuning, con unos aros enormes cromados y parlantes para despertar a todo un barrio, le toca bajar un cambio. Ya no tiene chance de lavar la nave con manguera gastando litros de agua. Si es fanático de la limpieza, agarre una ollita y lave el carro con un trapo. ¿El vacile? Tranquilo, no se va a molestar si está un poquito empolvado.

Si le tiene miedo a la oscuridad, le comento que tiene que empezar a enfrentar esas fobias. Si no ocupa las luces de la casita, apáguelas. Además, el presi se ha ofrecido a pagar las planillas de luz a las familias que consuman poquita energía. Así que ya sabe, póngase pilas con esos nuevos hábitos que le ahorrarán un billetito.

Eso sí, a los pirómanos hay que meterles al tarro por varios años. No se les puede permitir que, por su complejo, se pierdan miles de hectáreas de vegetación que tomarán años en recuperarse. A esos no les caería nada mal una dosis de paloterapia a manos de los coshquitos. Es imposible creer que se alegren por causar incendios que ponen en peligro la vida del resto de personas. A esos inefables hay que darles un tratamiento especial.

Los que siguen siendo una desgracia son los políticos que festejan el Apocalipsis que atraviesa el país. Son capaces de boicotear a una nación solo para vanagloriarse y decir que son los únicos que pueden recuperar el rumbo del país, y tanta lata más. Si no me cree, mire un poquito de noticias y se dará cuenta de cómo festejan la crisis para decir que tienen la receta mágica y que, por esas razones, deben regresar al poder. ¡Oportunistas! Ah, y me faltaba, han de pedir que liberen a Glas. (O)