Un plan incumplido

Gerardo Maldonado Zeas

El plan no ha funcionado para nada. A parte de tener una voluminosa cantidad de trolles sobre todo en X, el correísmo evalúa su performance para cumplir el cometido de imponer la impunidad, y los resultados son nefastos.

Han perdido el CPCSS, otrora el bastión desde el cual nombraban las autoridades de control, producto de esa única meta que rondaba sus mentes que era tomarse la fiscalía y poner los jueces a la medida, a través de un reglamento adefesioso, que no prosperó. Fueron destituidos cuatro consejeros de la “Liga Azul” y el último posesionado, el ultra correista Eduardo Franco Loor, abogado de Glas, se quedó con el terno blanco por estrenar. Esta bazofia creada en la súper constitución del 2008 debe terminar aplastada.

No desarmaron los casos Metástasis, Purga, Plaga y demás, en donde nuevas fuerzas se aliaron. No han podido con Diana Salazar que les ha ganado ya dos juicios políticos; querían un circo en la Asamblea Nacional (AN) para destrozar a la víctima pretendiendo entre prófugos y encarcelados como Wilman Terán, Ronny Aleaga, Pablo Muentes y Rafael Correa “aportar” pruebas de cargo contra la fiscal, olvidándose premeditadamente, que son las cortes de justicia los espacios en los cuales deberían ejercer sus reclamos. En la búsqueda de que Salazar obligadamente se pronuncie en defensa propia en la (AN), sus testimonios iban a utilizarse luego en las cortes para comprometer los procesos judiciales. Risible hubiese sido que la fiscal deba defenderse de los procesados, en esa verdulería de cuarta como ha terminado siendo la AN.

Los otros puntos de la agenda también han tambaleado. Las protestas “mundiales” a favor de Glas han sido un fracaso y todos los relatos sobre su condición en prisión, son tan inverosímiles que nadie les cree, por eso las repetidas solicitudes de habeas corpus han sido negadas. Y está en investigación la trama del dron que apareció por los techos de la Roca; pronto se sabrá cuál fue el pretendido alcance de este dispositivo, y quienes estuvieron detrás del operativo.

Han salido a la luz pública dos denuncias graves: información de fuentes independientes indicaron que se habrían maquillado algo más de 7000 casos entre muertos y desaparecidos en el periodo de gobierno de Correa; y, que Diego Borja, el “honestísimo” el supuesto conocedor de la economía ecuatoriana, y binomio de la RC, habría también dado sus toques para ocultar ciertas cifras de la deuda pública ecuatoriana.

Las alcaldías de Aquiles Alvarez y Pabel Muñoz peligran por su ineficacia. El primero debe superar, además, las denuncias en su contra por el polémico manejo de los hidrocarburos en sus negocios privados; y el segundo, lucha contra una solicitud de revocatoria del mandato de los quiteños hartos de ver a su ciudad abandonada.

Las falacias siempre tendrán pies cortos. Marco Aurelio el grande de los estoicos sentenció: “Si no está bien, no lo hagas, si no es verdad, no lo digas”. (O)