La morosidad en el sistema financiero ecuatoriano sigue su ascenso en medio de una economía debilitada. Según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), en agosto de 2020, año marcado por la pandemia, la morosidad era del 3,15 %. Sin embargo, para agosto de 2024, esa cifra subió al 3,68 %.
Las cooperativas de ahorro y crédito han visto casi duplicarse su morosidad, al pasar del 4,39 % en agosto de 2020 al 8,56 % al mismo mes de 2024.
Luis Tobar, analista económico, explica que el aumento de la tasa de morosidad está ligado a la falta de dinamismo en los negocios, que no generan las ventas esperadas.
“La gente está comprando menos. Además, sigue endeudándose para cubrir gastos diarios”, indicó. En este contexto, se refleja un mayor porcentaje de créditos otorgados al consumo y no a la inversión productiva.
Según cifras de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), de los créditos de las cooperativas en 2024, el 52,5 % ha sido destinado al consumo y el 38,4 % a microcrédito. Esto representa recursos enfocados más en gastos corrientes que en el fomento de negocios o proyectos productivos.
Por su parte, los bancos han otorgado el 41,5 % de sus créditos para consumo y solo el 7,9 % a microcrédito. “En un contexto económico en el que no hay inversión suficiente en el país, los pequeños negocios no están logrando la rentabilidad necesaria para cubrir sus obligaciones financieras”, aseguró Tobar.
Crecimiento económico estancado
La situación se agrava al analizar las previsiones. Entidades como el Banco Mundial ya habían reducido sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ecuatoriano para 2024 de 0,7 % a 0,3 %. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha proyectado un crecimiento de 0,1 %.
El Banco Central (BCE) hizo lo mismo. Comunicó el lunes que este año el PIB crecerá 0,9 %, una cifra ligeramente menor al 1 % previsto. La entidad prevé una desaceleración del consumo en los hogares, la inversión privada y una contracción en las importaciones.
Para Tobar, con un crecimiento tan bajo, Ecuador enfrenta un escenario preocupante. Y es que, países como Haití y Argentina, con economías altamente inestables, registran tasas de crecimiento superiores, con al menos 1,8 % y 0,5 %, respectivamente, según el FMI.
«esto es el reflejo de lo que está pasando en el país. Las proyecciones de crecimiento no son nada alentadoras. las ventas se han reducido y la morosidad de bancos y cooperativas se ha incrementado notablemente. El sector financiero está prestando más para el consumo y menos para proyectos productivos. un panorama bastante complicado».
Agregó que, a esto se suma la incertidumbre generada por los apagones que alteran el ritmo de trabajo. Lo que a su vez frena la inversión en nuevos negocios.
Suspensión de RUC
Según cifras del Servicio de Rentas Internas (SRI) entre enero y junio de 2023, en Azuay había un total de 5.084 RUC (Registro Único de Contribuyentes) de personas naturales con las actividades suspendidas, es decir, sin movimientos económicos.
En cambio, en el mismo periodo de 2024, se suspendieron 6.738 RUC.
Referente a las sociedades, en el primer semestre de 2023 se cancelaron 441 RUC y en el mismo lapso de 2024, un total de 331.
“Los pequeños negocios no están creciendo, no se están abriendo más emprendimientos. Sin inversión, no hay crecimiento económico”, indicó el analista Tobar.
Un análisis de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD) indica que la economía ecuatoriana está inmersa en “una de las crisis más profundas de los últimos años”.
La organización apuntó en un comunicado que la desaceleración en las ventas, el aumento del empleo informal y el subempleo, junto con el incremento de la inseguridad, han provocado el estancamiento de la producción. Agregó que hay una disminución en los ingresos de la población.
Menos créditos
El Banco Central (BCE) revela que la demanda de financiamiento ha caído un 7,9 % en 2024. Esto evidencia un menor requerimiento de crédito por parte de los ecuatorianos. Las solicitudes de crédito productivo en los bancos cayeron en un 35,8 %, las de vivienda en un 17,5 % y el microcrédito en un 10 %. Solo crecieron los créditos de consumo en un 4,6 %.
Asimismo, las carteras de crédito de BanEcuador y del Banco de Desarrollo del Ecuador han disminuido. En agosto de 2024, BanEcuador reportó una cartera de 987 millones de dólares, frente a los 1.054 millones que manejaba a diciembre de 2023. De manera similar, el Banco de Desarrollo ha reducido su cartera de crédito de 1.706 millones en diciembre de 2023 a 1.608 millones en agosto de 2024.
Aunque el Gobierno ha anunciado créditos para el sector del transporte y del turismo, la gente no está pidiendo. “Los sectores no quieren invertir ni abrir negocios, sobre todo, en las ciudades que tienen mayores índices de inseguridad. Si no se implementan acciones será difícil revertir esta tendencia”, indicó el analista. (PNH)-(I)
Más noticias:
Ecuador: Qué es la recesión económica, causas y consecuencias
Desempleo e informalidad suben y baja el empleo adecuado
