No es romántico

Tatiana Neira Alvarado

Si no fuera dramático, sería hasta romántico… a la luz de las velas, como en los ñaupa tiempos, cuando la energía eléctrica no había llegado a la ruralidad; bonito era, como no había no se extrañaba, era parte del paseo, del fin de semana o las vacaciones.

Pero hoy, sin luz casi nada funciona.

Las suspensiones del servicio eléctrico, ponen de manifiesto la falta de preparación, la ausencia de planes de contingencia, la cruda realidad de la ineficiencia y la ineficacia de los distintos gobiernos y de los servidores públicos del sector eléctrico, pues la responsabilidad no está sólo en los altos mandos.

Millones y millones gastados en centrales que no marchan o tienen enormes fallas, en contratos colectivos leoninos, sumado a la falta de decisión para implementar fuentes de energía alternativa, pasan una factura gigantesca.

El estiaje por la falta de lluvias es otro factor, son las consecuencias del calentamiento global dicen, al que todos contribuimos.

No hay nada de romántico quedarnos sin luz, es dramático. (O)