La marcha de miles de personas que el expresidente y líder del oficialismo Evo Morales (2006-2019) encabeza a través del altiplano de Bolivia llega este lunes 23 de septiembre de 2024 a la ciudad de La Paz, bajo las consignas de «¡Evo presidente!» y «¡Lucho (Arce) traidor!», manifestación que para el mandatario boliviano, Luis Arce, es un «golpe de Estado» en su contra.
Morales, que exige que se le habilite como candidato presidencial para las elecciones de 2025, a pesar de una prohibición constitucional, dijo en una reciente entrevista a EFE que el presidente Arce tiene «cuatro planes» en su contra, entre estos «matarlo», antes que dejarlo ser presidente otra vez.
Por su parte, Arce afirmó en un mensaje televisado en la víspera que quiere dialogar con Morales pero que no caerá en su juego de generar una «guerra civil» en la que busca imponer su candidatura «a las buenas o a las malas».
A continuación cinco claves para entender la marcha de Morales y la larga batalla al interior del oficialismo:
1. ‘Marcha para salvar Bolivia’
El martes pasado, miles de seguidores de Evo Morales iniciaron una marcha de 187 kilómetros por el altiplano boliviano guiados por el expresidente, y que según sus organizadores tiene el objetivo de ‘salvar Bolivia’, porque Arce tiene «hundido» al país con una crisis económica por la falta de dólares y escasez de combustible.
Morales, líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) desde hace 27 años, ya fue presidente de 2006 a 2019, a pesar de que en un referendo en 2016 la población votó en contra de la doble reelección continua o discontinua. El entonces mandatario Morales insistió en su candidatura con el argumento de que ser reelecto era «un derecho humano».
2. ‘Marcha de la muerte’
Antes de iniciar la marcha de los ‘evistas’, afines a expresidente, Arce, quien termina su mandato en noviembre de 2025, calificó la movilización como un «golpe de Estado» para acortar su gestión.
Los ministros de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, y la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, calificaron la caminata como la «Marcha de la muerte», y han denunciado varios incidentes violentos, como el enfrentamiento de mineros afines a Arce en contra de los ‘evistas’ en un intercambio de petardos y pedradas el miércoles pasado, en donde ambas facciones reportaron heridos y una periodista fue golpeada.
3. La pugna por el MAS
Arce y Morales libran desde finales de 2021 una larga batalla por el control del partido y el Ejecutivo, además, esa división no ha permitido un acuerdo entre los oficialistas para la renovación de la junta directiva del MAS ni el nombramiento de nuevos candidatos.
Ambos sectores, por separado, han realizado congresos para cambiar la junta directiva. En uno de ellos, en 2023, los ‘evistas’ nombraron a Morales «candidato único». El otro, en mayo de este año, fue encabezado por Arce, sin embargo, el Tribunal Electoral no ha aceptado ningún cónclave e insiste en que debe haber un consenso entre ambas facciones.
Además, hace poco se suspendió el proceso de las elecciones primarias por decisión de los partidos opositores y el Gobierno.
4. ¿De quién es la culpa de la crisis?
Morales culpa a Arce, quien fue su ministro de Economía, de quien dijo a EFE que se «vendió a la derecha», quiere «achicar el Estado» y por eso hay una crisis, por seguir la «fórmula del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional», y lo acusa de no cambiar a tiempo la matriz energética del país por «no seguir sus consejos».
Por su parte, Arce culpa Morales, entre otras cosas por no invertir en nuevas exploraciones para la obtención de gas natural, producto del que hasta hace poco dependía la economía boliviana, siendo sus principales clientes Argentina y Chile, y señaló que sus proyectos de extracción de litio por medio de piscinas de evaporación fueron un fracaso.
5. Un país convulsionado
La oposición y varios sectores sociales denuncian que la pelea entre Arce y Morales desestabiliza al país, haciendo que Bolivia sea poco atractivo para la inversión debido a los constantes bloqueos y enfrentamientos.
Para el expresidente y líder de la oposición Carlos Mesa (2003-2005), «es innegable que la amenaza de convulsión social en Bolivia responde a una pelea interna entre Arce y Morales por el control de su partido, así como la crisis económica se generó por la ineficiencia de ambos cuando gobernaban juntos».
Morales advirtió que si con la movilización sus demandas no son escuchadas, él realizará una huelga de hambre y luego, a principios de octubre, los ‘evistas’ bloquearán carreteras en todo el país.EFE