El último café

Andrés F. Ugalde Vázquez @andresugaldev

Fui yo quien lo contacté. Fui yo quien tomo la iniciativa de convocarlo a un café mediante ese improbable y distante mensaje de texto, tantos, tantos años después. Alguna vez fuimos buenos amigos, compartimos ideas, proyectos, pasamos buenos ratos es verdad. Pero luego la vida se encargó de ponernos en orillas diferentes.

Nunca respondió el mensaje, sin embargo, algo me hizo pensar llegaría. Por lo menos no se había negado ni me había mandado para el carajo, como era su derecho. Así que. superando como pude mi proverbial impuntualidad, llegué a la vieja cafetería unos minutos antes de la hora. El amigo de otros tiempos llegó puntual, lo que fue un buen augurio. Sin embargo, y pese a que me lleva más de diez años, había envejecido mucho, se veía cansado, distante, como si su cuerpo se hubiera resignado al paso del tiempo. Se sentó en la silla de frente, lanzando un largo suspiro, encendió un cigarrillo y se quedó mirándome sin responder el saludo.

Ordené dos cafés, negros, sin azúcar, encendí mi propio cigarrillo e inicié la conversación como pude, rompiendo el hielo con algún comentario de la política. Me interrumpió a secas: ¿Cuántos años tienes pelado?”. La pregunta directa, inesperada, como un disparo a quemarropa, me dejó perplejo. Le respondí aclarando que ya no soy tan pelado que digamos. “¡Bah!… estás guambra” me dijo. Y añadió: “A todos, en algún punto, se nos terminan la vida o las letras. Habrá que ver que se te termina primero a vos.”

Sonreí. Siempre le gustaron ese tipo de respuestas, a medio camino entre un enigma y una sentencia definitiva. Fue todo. Sacó un billete para pagar el café y le dije que no, que yo había invitado. Me dio una palmada en el hombro y se fue. En fin, solo tiempo dirá si tiene razón o permitirá que la nostalgia endulce un poco el sabor amargo de las últimas palabras que cruzaremos en nuestras vidas. Despues de todo, al final todos llegaremos al punto en el que habrá que decir adiós a las cosas queridas, y aceptarle a un amigo ese último café… (O)