Archivos de El Mercurio: Luto y legado de personajes que dejaron huella

En su trayectoria de un siglo, El Mercurio, ha sido testigo de la partida de figuras icónicas de Ecuador y del mundo.

Edición de El Mercurio de febrero de 1978, cuando registró la muerte del cantante Julio Jaramillo, el “Ruiseñor de América”.
Edición de El Mercurio de febrero de 1978, cuando registró la muerte del cantante Julio Jaramillo, el “Ruiseñor de América”. XCA

El Mercurio cumplirá 100 años en octubre de 2024 y en su vasta historia, ha sido testigo de la partida de grandes personajes que marcaron Ecuador y el mundo.

Uno de los momentos que quedó en la memoria colectiva fue la muerte de Julio Jaramillo, el inmortal «Ruiseñor de América». En sus páginas, el periódico también reseña el legado de otros grandes ecuatorianos y figuras internacionales que fallecieron a lo largo del siglo XX y XXI.

El Ruiseñor que dejó de cantar

El 9 de febrero de 1978, Ecuador se vistió de luto. Aquel día, Julio Jaramillo, el cantante más querido del país, falleció a los 42 años en Guayaquil, tras complicaciones de salud.

El Mercurio publicó un reportaje que recogía el profundo dolor de un pueblo que lo consideraba su ídolo. Jaramillo, la voz de generaciones, fue el artista que llevó el pasillo, el bolero y el vals más allá de las fronteras, consolidándose como una figura inmortal de la música latinoamericana.

Miles de personas acudieron a su velorio y funeral, con una multitud que colmó las calles en el kilómetro de distancia entre el Coliseo de Deportes y el Cementerio de Guayaquil

“Unas diez mil personas de todas las clases sociales acompañaron a su última morada los restos mortales de Julio Jaramillo, fallecido víctima de una larga enfermedad. La policía tuvo que montar una fuerte vigilancia en la entrada del cementerio ante la avalancha de gente que quería estar junto al féretro”, relata el rotativo.

“Julio Jaramillo murió en la pobreza. Procreó más de 27 hijos en varios países del continente. Sus mejores éxitos los alcanzó en México, donde una radiodifusora dedicaba un espacio diario con el título de ‘La hora de Julio Jaramillo’. Figuras notorias de la canción latinoamericana se han hecho presentes con sus notas de pesar dirigidas a los familiares del artista”.

Otros grandes ecuatorianos

Ecuador ha perdido a varios de sus grandes representantes en diversos ámbitos. En 1978 y 1979, el país despedía a dos destacados intelectuales. Benjamín Carrión, fallecido el 9 de marzo de 1979, fue el fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y uno de los más grandes promotores del arte y la literatura en el país.

“El notable escritor y ensayista falleció a la edad de 83 años, tras haber sido sometido a varias operaciones quirúrgicas en Quito. Como diplomático representó al país en Colombia, Chile y México”, recuerda en su edición de marzo de 1979.

Jorge Carrera Andrade, quien murió el 7 de noviembre de 1978, fue una de las voces más influyentes de la poesía ecuatoriana y latinoamericana. Sus versos continúan resonando en las nuevas generaciones de lectores.

En diciembre de 1981, El Mercurio reportó la muerte de , uno de los más destacados escritores del país. Con el titular «Falleció el escritor Demetrio Aguilera», el periódico recordaba su prolífica carrera literaria, marcada por obras como “Don Goyo” y “Siete lunas y siete serpientes”.

Velasco Ibarra y Guayasamín

El ámbito político también tuvo sus despedidas. El expresidente José María Velasco Ibarra, quien falleció el 30 de marzo de 1979, fue cinco veces presidente de Ecuador y a pesar de su polémico mandato es recordado como uno de los políticos más influyentes del país.

El 10 de marzo de 1999, Oswaldo Guayasamín, el renombrado pintor y muralista ecuatoriano dejó este mundo con una carrera internacional que lo posicionó como uno de los artistas más importantes de América Latina.

“Oswaldo Guayasamín, uno de los más grandes pintores ecuatorianos y del mundo falleció a los 79 años en Estados Unidos, víctima de un paro cardiaco. La obra más grande de su vida artística quedó inconclusa, trabaja en la construcción de la ‘Capilla del Hombre’”, señaló en primera plana el 11 de marzo de 1979.

El escritor Eliécer Cárdenas, oriundo de la provincia de Cañar, falleció el 26 de septiembre de 2021. El Concejo Cantonal de Cuenca lo nombró cronista de la ciudad en 2014.

“Fallece Eliécer Cárdenas, el escritor cañarense que Cuenca adoptó”, tituló El Mercurio sobre el novelista y periodista. Desde muy joven se dedicó a la narrativa. 

Cuando tenía 29 años, en 1979, publicó “Polvo y ceniza”, una de las novelas más importantes de la literatura ecuatoriana. 

En 1992, ganó el tercer premio de la Bienal de Novela Ecuatoriana por la obra “Que te perdone el viento”.

En 1997, su novela “Una silla para Dios” obtuvo el segundo lugar en el concurso nacional de literatura “Ismael Pérez Pazmiño”, convocado por Diario El Universo.

A lo largo de sus casi 100 años de historia, El Mercurio ha sido testigo del adiós de estos grandes personajes.

Figuras mundiales que partieron

En el ámbito global, las páginas del periódico también registraron las muertes de grandes personalidades que dejaron una huella profunda en la historia. Albert Einstein, el genio de la física, falleció el 18 de abril de 1955 a los 76 años.

“Murió apaciblemente en Princeton Dr. Albert Einstein, legando a la ciencia su cerebro que concibió teoría de la relatividad”, tituló El Mercurio en primera plana y lo califica como “el más célebre hombre de ciencias del mundo”. Las labores para estudiar su cerebro iniciaron inmediatamente.

En la edición del 23 de noviembre de 1963, registró la conmoción tras el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy. El diario detallaba el trágico momento en Dallas y las consecuencias del magnicidio.

Pablo Picasso, el pintor y escultor español, líder del cubismo y una de las mentes artísticas más influyentes del siglo XX, murió el 8 de abril de 1973. Nelson Mandela, símbolo mundial de la lucha por la libertad y la justicia, falleció el 5 de diciembre de 2013. El periódico recogió las reacciones de líderes internacionales y el homenaje en su honor. (PNH)-(I)

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