El tiempo es un accidente relativo en la vida del hombre y del cosmos. La inexplicable duración desde el principio de todo y la primigenia explosión del Big Bang, contrasta con los efímeros años de la vida del hombre que es apenas un parpadeo. Pero nos aprestamos a festejar 100 años del diario El Mercurio, que por su carácter de rector de la vida de Cuenca y las provincias satélites y por qué no a nivel nacional, es de lo más trascendente. Plural, jamás sectario o comprado por las viles manos de la política, su trayectoria es de luz conductora en el camino de la sociedad comarcana.
100 años son 4 generaciones. El 22 de octubre de1924 se fundó el diario, cuando Cuenca tenía 3000 habitantes y con el apoyo de inmensas personalidades de la intelectualidad de Cuenca. Al inicio los hermanos Sarmiento y luego Nicanor Merchán Bermeo, médico insigne, escritor y poeta, pusieron tinta en las páginas del preclaro diario. Los años en la vorágine del tiempo del hombre, atestiguan que son 4 generaciones de los Merchán que están aún al frente. Miguel Merchán Ochoa, tomó la posta luego de su padre y Nicanor Merchán Luco, lo hizo igual, para hoy estar con la dirección en el área digital la bisnieta, Carmencita Merchán Vintimilla.
4 generaciones, cuatro conducciones honestas y de liderazgo comarcano con inmensa influencia por sus opiniones y críticas pluralistas y rectas. Me enorgullece decir que, nuestra familia está en el diario desde su fundación también por generaciones. El gran intelectual y poeta de los mejores, Carlos Aguilar Vázquez, mi tío abuelo, lo fundó en 1924 en compañía de mentes preclaras y escribió muchos años con el seudónimo de Jorge de Lara para luego, mi tío J. Guillermo Aguilar Maldonado tomando la posta, barruntó brillante sus centrados y sesudos comentarios por muchos años con su nombre y con el seudónimo de Nautilius y por fin yo, el más humilde, claro, llevo ya décadas en la página de opinión en la que escribo esto, cosa que me llena de orgullo y satisfacción y más aún, cuando lectores asiduos me comentan y me abrazan.
100 años, 4 generaciones de esfuerzos por empujar la comarca y Cuenca, nuestra bella Cuenca, lo más posible y con criterios siempre dentro de los rieles del progreso, respeto y dignidad, campos en los que nadie, repito, nadie puede dejar de valorar y de aceptar el inmenso empuje que siempre entregó nuestro querido diario a la sociedad, aclarando conceptos y muchas verdades que son desarrolladas con valentía y pundonor.
Que viva el Santo. (O)
