Distopía, según la RAE, es la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana, siendo que la alienación se define como la transformación de la conciencia, por causas externas, que lleva a un individuo o a una colectividad a perder su identidad o a estar en contradicción con ella.
Vivimos, quizá más acertado sea decir que sobrevivimos, una profunda crisis multidimensional que se expresa en la agudización de las contradicciones económicas y ambientales.
Desde esta perspectiva: pobreza, marginalidad, exclusión, violencia, secuestros, desapariciones, vacunas, crimen organizado, trata, tráfico, impunidad, corrupción y un largo, recontralargo etc. son expresión del colapso de un sistema que, resiliente desde la acumulación del capital, resulta absolutamente caótico desde la construcción de un tejido social sano, saludable y realmente sostenible.
Por otro lado: contaminación polución, deforestación, desertificación, extinción de especies, pérdida de biodiversidad y ecosistemas, sequías y estiajes, cambio climático, calentamiento global; y, un aun más largo, que digo largo, larguísimo etc. son expresión del colapso de un sistema que, resiliente desde la acumulación del capital, resulta absolutamente predador desde la relación sana, saludable y realmente sustentable con el entorno que sustenta la vida.
Pero el problema va más allá de un coyuntural elecciones canta canta, o de un estructural apagones ríe ríe; el problema parte de entender la pobreza y el calentamiento global como suma de un sistema asistémico que mira su entorno como “externalidad” es tiempo de abrir el debate que trascienda el estrafalario show politiquero del baratijo electoral de 16 binomios ciego-sordo-mudos que entre falsas izquierdas y demagógicas derechas, provocando una renovación generacional, e intelectual, filosófica y, por supuesto, de valores a un gastado, desgastado y quemado sistema de partidos que no representan más que un particular en nombre de los colectivos a los que pretenden persuadir…(O)