Esto sí que se puso bueno. Estamos a poquitas semanas de celebrar los 204 años de Independencia de Cuenca. ¿Eso qué quiere decir? Nada más y nada menos, que se viene la farra. Y de pasito, la jarra. Vamos a tener rumba por todo lado: ferias, actividades deportivas, conciertos. En resumidas cuentas, el reventón estará por doquier.
Pero, como es un clásico en nuestra ciudad, la rumba también hay que ponerle un ‘piti’ de política. Sí. Acá los “políticos” y unos cuantos asesores que se camuflan como periodistas de investigación no descansan. Como aves de rapiña, están cazando los pliegos de las contrataciones de las fiestas, para ver qué “joyitas” se pueden denunciar.
¡Bingo! Han encontrado supuestas cositas medio turbias. Dicen que los artistas cobran menos en otras ciudades que en Cuenca. Que los oferentes son los mismos durante años. Únicamente cambian el nombre del proveedor, pero terminan siendo los mismos. Caramba, son como los personajes de la serie gringa CSI, que resuelven crímenes.
Y hacen tremenda bulla. Convocan a semejantes ruedas de prensa y buscan en medios espacios para denunciar supuestos chanchullos, para destacar su labor como fiscalizadores. Y claro que está bien. Pero cuando se da a conocer que los concejales tienen trabajando a familiares dentro del municipio, o que tienen dos o tres camionetitas en las empresas municipales, no pasa nada. Mudos se quedan. Se pierden. Lanzan la piedra y esconden la mano.
Es que la clase política definitivamente es tan baja que nos hemos acostumbrado a esa mediocridad. Solo a pelearse y presentar denuncias a cada momento en la Fiscalía porque le han sacado la lengua o le han dicho que es chendoso. Mientras tanto, pasan los años y la ciudad sigue desatendida en ciertos temas. Las necesidades de la ciudadanía son múltiples.
Pregunte a esos “investigadores” si ya se ha tratado sobre el control de dos personas en moto. No, ¡verdad! O si ya está en vigencia la ordenanza que controla la contaminación ambiental. Naranjas. Solo pasan sentados, calentando el puesto y ganando un sueldo a fin de mes. Créame: USD 2.500 mensuales no es malo en estas épocas de vacas flacas.
En fin, mis estimados políticos, levanten un poquito más el debate. Que su gestión no se centre únicamente en la presentación de denuncias, sino que sea propositiva. Propongan algo que sirva a los cuencanos. Si son tan prolijos para investigar, vayan a pedir camello en la Contraloría, que al parecer tienen un olfato de sabueso. Todo lo que toca la política lo daña. (O)
