El Mercurio: 100 años

Francisco Cherrez Tamayo

La vida avanza rauda e incontenible. ¡Qué fácil suena decir cien años!, pero cuantas vicisitudes, esfuerzos y sacrificios tuvieron que pasar un puñado de laboriosos y visionarios empresarios azuayos, para llegar a ubicarle a diario El Mercurio de Cuenca, en la palestra de la historia periodística nacional e internacional, llevando durante este largo período una trayectoria transparente, de vocación y de servicio a la comunidad; flameando siempre la bandera de un periodismo libre y pluralista. Haciendo prevalecer su lema de “Diario independiente de la mañana”, a pesar de las mordazas y amenazas a la libertad de expresión, que impusieron a su paso, algunos poderes políticos. Somos conscientes y hemos sido testigos fieles de que este diario ha mantenido su objetividad y su vocación de servicio a la ciudadanía en forma ética, libre e independiente, transitando siempre por el camino de la veracidad, el análisis y la autenticidad. Su bien ganado prestigio se debe entre otras tantas virtudes, al respeto y a la tolerancia, ya que, con sensatez y libertad, nunca se vinculó directa ni indirectamente con ningún gobierno de turno, lo que demuestra a las claras su filosofía y su pluralismo, características que le merecen la confianza y el reconocimiento de todos los ecuatorianos. Podemos afirmar con certeza que, El Mercurio es el paradigma y el portavoz serio y consecuente no solo de la región sur, sino del país entero; no nos quepa la menor duda que por la labor dinámica y transparente de sus empresarios, el tesón y la entrega de sus empleados, este matutino se ha mantenido a la vanguardia de los otros medios de comunicación escritos. Sí, la Ciudad está de fiesta, y todos los cuencanos debemos celebrar con júbilo, alegría y sano orgullo este acontecimiento, ya que los 100 años de nuestro querido Diario, constituyen a las claras un modelo de gestión a nivel del periodismo nacional. Cumplir un siglo de sacrificada y fructífera labor en bien de la colectividad, debe ser muy arduo y difícil; pero más laborioso y difícil será mantener a flote esa creencia y ese bien ganado prestigio. En hora buena por este aniversario a los directivos y trabajadores de esta acreditada casa periodística, a la que me honro en colaborar; me sumo a las justas y múltiples felicitaciones con alborozo y sinceridad, esperando que cumplan muchos años más de abnegada labor. Manténganse siempre en esa misma línea de ética y vocación, y por ningún concepto cambien su objetividad y pluralismo. (O)

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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