Cientos de palestinos evacuaban el devastado norte de Gaza este lunes hacia el sur vigilados por el Ejército israelí, tras dos semanas de un asedio que ha matado a más de 500 personas y empeorado drásticamente la situación humanitaria de los cientos de miles que continúan allí.
«Creemos que unas 56.000 personas han sido desplazadas del norte de la Franja a la Ciudad de Gaza desde el inicio de las operaciones» israelíes, el pasado día 6, explicó a EFE el director de planificación en Gaza de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Sam Rose.
Las fuerzas armadas israelíes aseguran que «cientos de residentes han abandonado la zona» de Yabalia desde esta mañana, e insisten en que están permitiendo a los civiles evacuar «de forma segura» el área.
En la última semana, en que Israel ha intensificado los ataques, la cifra de evacuados en el norte de Gaza ronda los 6.000, si bien la ONU estima que aún unas 400.000 personas continúan en esa zona y alrededor de 100.000 continúan en el campamento de refugiados de Yabalia, uno de los más castigados por los bombardeos.
«Los centros que quedan de la UNRWA están tan saturados que algunas personas se ven forzadas a vivir en los baños», escribió en la red social X el director de la agencia, Philippe Lazzarini.
A pesar de todo, miles de personas rechazan abandonar sus hogares al no tener a dónde ir y por miedo a los ataques israelíes, especialmente después de haber recibido numerosas órdenes de evacuación desde que comenzó la guerra hace más de un año. En Gaza, el 90 % de la población está desplazada y la mayoría ha tenido que moverse en más de una ocasión.
En Yabalia, un bombardeo de artillería mató en la tarde del lunes a al menos diez personas e hirió a otras 30 en una escuela administrada por la UNRWA que servía de refugio a numerosos desplazados, según fuentes médicas citadas por medios palestinos.
El portavoz de los servicios de defensa civil de Gaza, Mahmud Basal, difundió imágenes posteriores al ataque en las que se observan varios niños entre los cadáveres. Según las autoridades palestinas, sólo en el norte de Gaza al menos 44 personas han muerto desde esta mañana.
«Recibimos numerosos llamamientos de ciudadanos atrapados bajo los escombros y no podemos atenderlos porque la ocupación tiene en la mira a nuestras ambulancias, lo que duplica el número de muertos», indicó Basal.
Hospitales bajo asedio y crisis humanitaria
«Estamos bajo asedio», apunta rápidamente en un mensaje a EFE Mohammed Salha, director del hospital Al Awda de Yabalia, uno de los centros del norte rodeados por el Ejército junto a los hospitales Kamal Adwan e Indonesio de Beit Lahia.
Todos estos centros se han visto sobrepasados en sus capacidades desde que Israel lanzó su incursión hace 17 días, con la llegada constante de cadáveres y heridos que requieren en muchos casos operaciones urgentes.
«Los médicos están exhaustos», aseguró el director del Kamal Adwan, Hussam Abu Safia, subrayando que la situación del centro es «catastrófica».
Equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja entraron en el norte de la Franja y describieron este lunes cómo los hospitales están saturados de pacientes y lidian con la escasez de combustible, electricidad, agua, comida y suministros médicos.
«El sufrimiento aquí es inimaginable. Muchas familias han perdido sus hogares y seres queridos. Ahora afrontan más miedo y agotamiento», relató la subdirectora de su misión en Gaza, Stephanie Eller, quien destacó que las órdenes de evacuación dificultan a pacientes y personal sanitario llegar a los centros médicos, que están en situación «crítica» sin apenas comida y medicamentos.
El Ejército asegura, por otro lado, que a través del Cogat -el organismo militar israelí encargado de los asuntos humanitarios de la Franja- ha permitido la transferencia de «equipos médicos y suministros de combustible» en Gaza, así como coordinado la evacuación de pacientes, médicos y acompañantes.
El comisionado de la UNRWA, sin embargo, denunció que Israel niega el envío de misiones humanitarias al norte de la Franja.
Además, la organización viene meses denunciando que, a pesar de que Israel permite la entrada de camiones con ayuda a Gaza, nada garantiza que la ayuda humanitaria pueda ser distribuida dada la situación de seguridad del enclave. EFE