En Política es una costumbre hablar sobre los jóvenes, su presente y su futuro y más a puertas de una campaña electoral en Ecuador. Sin embargo, escucharlos, tomar sus propuestas y convencerles que voten es una tarea nada fácil. Ellos no sólo escuchan, se activan y están interesados en ser el relevo generacional.
Todo empieza hace años, cuando el debate de las ideologías quedó de lado sobre el debate de las causas. Los jóvenes tienen ideales más frescos, más innovadores, para ellos es importante el cambio climático el cuidado y mejor vida para los animales. Los jóvenes han roto barreras que para los más adultos fueron imposibles en tiempo pasado, son más tolerantes, son más respetuosos de las diversidades, para ellos los estereotipos deben ser desechados de la nueva Política.
Cuestionan el estatus quo, para ellos la política social, el medio ambiente y la igualdad están por encima de las creencias caducas. No sólo critican, no sólo opinan, ellos proponen y lo hacen respecto a una nueva interconexión mundial junto a la cooperación internacional, asumen la digitalización y usan la tecnología para concientizarse y movilizarse. Luchan por la inclusión, la representación y participación de las minorías, priorizan la sostenibilidad y la protección del planeta.
Aunque la edad no es barrera para el liderazgo, aún persiste desafíos sobre la apatía, la desinformación en ciertos sectores, hacemos votos para que esto sea reemplazado por la esperanza y el optimismo. Existe una nueva generación deseosa de hacer Política, una nueva Política. (O)
