El tráfico marítimo en los canales de Suez y Panamá sufre actualmente crisis derivadas de conflictos y de las consecuencias del cambio climático, que pueden provocar una subida del 0,6 % en los precios globales en 2025, alerta este martes un estudio de Naciones Unidas.
La revisión anual sobre el estado del transporte marítimo en el mundo publicada por ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advierte que tanto los barcos que pasan por esos dos puntos vitales para el tráfico de mercancías y también por el Mar Negro sufren retrasos, desvíos de rutas y otros problemas que encarecen los costes.
En Suez y Panamá el tráfico había descendido un 50 % a mediados de este año con respecto a las épocas de mayor actividad, alerta el informe, que en el caso panameño atribuye esta caída, sobre otros factores, al descenso en los niveles de agua que han provocado las sequías consecuencia del cambio climático.
El informe advierte que la distancia promedio de navegación entre Asia y América ha aumentado un 31 %, mientras el volumen de carga ha bajado un 25 %, a causa de los problemas en el canal panameño.
En el canal egipcio, son los conflictos en la región, incluida la reanudación desde noviembre de 2023 de los ataques de piratas en golfo de Adén, los principales causantes del descenso del tráfico y su desvío a la ruta, 6.500 kilómetros más larga, que pasa por el extremo sur de África, donde el tráfico ha aumentado un 89 %.
Mayor coste económico y ambiental
Estos desvíos suponen un enorme sobrecoste que repercutirá en los consumidores y también un aumento en las emisiones de dióxido de carbono, advierte AUNCTAD, que pone como ejemplo el hecho de que un buque de carga de los que habitualmente cubren la ruta entre el Índico y el Atlántico gastará 400.000 dólares adicionales en un viaje desviado por el Cabo de Buena Esperanza.
Los cambios de ruta provocan según UNCTAD enorme presión a puertos en ambos extremos de estas vías de transporte, como los del Mediterráneo o Singapur, ciudad esta última donde la espera media de un buque casi se ha doblado de 24 a 40 horas.
Viajes más largos han supuesto según el informe un aumento de la demanda de buques de carga del 3 % (y del 12 % en el caso específico de los barcos que transportan contenedores), lo que según la agencia de Naciones Unidas añade mayor presión al sector logístico global y a unas cadenas de suministro global ya acuciadas antes por otros problemas.
Ese aumento de la demanda contribuye a la creciente presencia en los mares de buques no registrados, «una flota ilegal que opera en los márgenes de las regulaciones internacionales», advierte UNCTAD.
Además, la transición a un transporte marítimo con menos emisiones sigue siendo lenta, debido a la incertidumbre que aún rodea la nueva tecnología para su puesta en marcha, por lo que sólo un 50 % de los nuevos buques que se construyen pueden funcionar con combustibles alternativos, destaca el estudio.
Los buques se arman en Asia
UNCTAD subraya que Asia Oriental se mantiene como el «astillero global«, ya que un 95 % de los barcos que se construyen actualmente provienen de Japón, Corea del Sur y China, país este último que en 2023 se colocó por primera vez como constructor de más de la mitad de los buques botados ese año.
El informe estima que el crecimiento del transporte marítimo en 2024 será del 2 %, cuatro décimas menos que en 2023, impulsado por la demanda de materias primas como mineral de hierro, carbón y cereales.
A largo plazo, destaca UNCTAD, el crecimiento en el sector dependerá de cómo se adapta la industria a las actuales interferencias que causan los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, entre otros factores.
Liberia, que en 2022 se convirtió en el país con más buques registrados bajo su bandera superando a Panamá, que lideraba este indicador desde hacía tres décadas, mantuvo esta primera posición en 2023 con una cuota del 17,3 % de la flota mundial, frente al 16,1 % panameño. EFE