Bien dice Kohei Saito, joven filósofo japonés, que para enfrentar la crisis del cambio climático es fundamental disminuir el crecimiento económico y los altísimos índices de consumo de la sociedad contemporánea, bajo un sistema político comunista democrático como una alternativa a un capitalismo voraz que, al perseguir una permanente expansión económica, no es compatible con un sistema de vida sustentable. Señala que es por ello que no hay avances significativos en la solución del cambio climático, pues ninguna inversión en energías renovables será efectiva mientras no podamos comprender la importancia que tiene el reducir el uso de la energía, así como producir y consumir menos. Sin embargo, contrario al llamado urgente de científicos, de líderes religiosos, de filósofos y académicos de todo el mundo y de las evidentes consecuencias del desastre ecológico que atravesamos, el gobierno ecuatoriano en el mayor de los sinsentidos no solo abre nuevamente el catastro minero, facilita la inversión de grandes trasnacionales mineras sino, además, defiende sus intereses con el uso de las fuerzas armadas, cuando sabemos que son precisamente las actividades extractivistas las que provocan mayor emisión de carbono al ambiente y destrucción de ecosistemas sustanciales para la vida como son nuestros páramos. (O)
