A lo largo de la historia, los cambios siempre han supuesto tensiones y conflictos al interior de las sociedades. Sin embargo, con la llegada de la Inteligencia Artificial, IA,nacen importantes retos desde la perspectiva ética y productiva, así como valiosas oportunidades que pudiésemos aprovechar.
Aunque a una parte del sector intelectual contemporáneo, las obras de Yuval Noaḥ Harari, pueden parecer manifiestos de malas noticias, o pesimismo informado, personalmente considero que se tratan de libros que contribuyen desde una perspectiva positiva al entregar a los lectores una gran cantidad de valiosa información histórica y científica, organizada sobre cada tema, y en esta oportunidad, a través de “Nexus.: Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA”, cumple con este propósito de manera loable.
Y es que, siempre es necesario recordar algunos episodios de la historia en los que, el monopolio en el manejo de la información por parte de una élite intelectual, religiosa, política o autoritaria supuso riesgo para las libertades fundamentales de los individuos, pues la verdad fue fácilmente manipulada, y se encontraron fácilmente culpables para los ansiosos verdugos, como fue el caso de la cacería de brujas o las torturas derivadas de la inquisición.
No obstante, si extrapolamos el monopolio del manejo de la información y de los datos personales a la actualidad a través de los dispositivos electrónicos que nos facilita la IA, corremos serios riesgos como la aplicación del crédito social como ocurre en China, en el cual los ciudadanos que tienen un “buen comportamiento ciudadano”, pueden acceder a cierto tipo de descuentos y servicios públicos de manera preferente; o, en su defecto, las derivaciones del reconocimiento facial como ocurre en dictaduras de Medio Oriente en las que son utilizadas para controlar la utilización del velo islámico por parte de las mujeres.
Al igual que Harari en su reciente obra, mi intención no es concentrarme únicamente en los riesgos que supone la incorporación de la IA en nuestras vidas, porque es evidente que existen miles de beneficios que a propósito en esta columna no se señalaron, pero si hace un recordatorio a la frase “quién no conoce su historia está condenado a repetirla”. (0)