La maleta, los documentos y las ayudas indispensables de comunicación con chips y más artefactos que reducen las distancias y convierten al mundo en un pañuelo, están ya atiborradas en los bolsillos de mi equipaje. Acostumbrado a viajar, durante décadas a muchos confines en busca de las novedades medicas de mi especialidad, no dejo de ser un adicto viajero y asiduo miembro de los congresos médicos mundiales, donde al cabo de tanto ir, junte, lleno de gratitud, amigos inmensos con los que charlábamos de como dejar la nariz erguida o de cual técnica nueva usar en los injertos de tímpano y todo exhibido en un deslumbrante escaparate de nuevos equipos costoso de miles de dólares. Hoy, desde hace unos pocos años, la maleta continúa siendo parecida, pero va en busca de otras dimensiones, menos científicas y más humanas. Hoy la metáfora, la sensibilidad interna que lleva a lágrimas cuando escuchamos un poema elevado, nos une de manera inmensa. Los congresos mundiales de poesía son una experiencia enriquecedora y completamente diferente. Los nuevos amigos, que por estar el alma interpuesta en las relaciones a todo lo ancho de la poseía, se vuelven muy queridos y fraternos y compartimos nuestras más íntimas necesidades de expansión espiritual, con ellos. Ya no compramos equipos de última tecnología, sino más bien libros y letras. La concentración de intelectuales de diferentes nacionalidades y de todos los idiomas del mundo, hacen de estos eventos un aquelarre maravilloso. La palabra se convierte en el camino. Se dialoga y escucha del amor, la espiritualidad y la amistad en el más alto grado de valía. Se encuentra hermanos con tanta diferencia de pensamiento y sabiduría, que es aquí donde renace la ilusión de un mundo más humano, racional y ético, donde la riqueza monetaria es desbordada por la millonaria posibilidad del pensamiento. Mis visas y detalles de desplazamiento están contempladas. India y su cultura milenaria es hoy mi meta, donde riqueza y pobreza conviven sin mayores pleitos y donde la religión y la espiritualidad es fascinante y tan distinta, que sus dioses, son de fábula. Convocado por el WLIII CONGRESO MUNDIAL DE POESÍA, el horizonte intelectual se vuelve anchuroso y distinto. En antepasado congreso en Grecia, palpé la diferencia de pensamiento respetuoso y elevado. Poesía, metáfora, rima filosófica, elevación de la palabra me envuelve y me convoca. Voy con mis brazos abiertos a estrechar vínculos con esos maravillosos personajes y poetas que son ya, qué duda cabe, mis amigos entrañables. (O)
