Trump no ganó, arrasó con 277 votos electorales y obtuvo la mayoría en el Senado. Durante su campaña hizo declaraciones como la siguiente que, en mi opinión, fueron decisivas para que los norteamericanos, hastiados de la degeneración de esta generación, le concedieran el voto.
“La educación está enferma. Las escuelas son centros de confusión en donde enseñan a los niños que los hombres pueden quedar embarazados y los shows drag están permitidos”.
El gobernador electo de la Florida, Byron Donalds, dijo: “Tengo tres hijos varones. Y ni de broma aceptaría que en la escuela les dijeran que pueden escoger ser mujeres. Me repugna pensar en ello”.
Con el triunfo de Trump, desaparecen la denigración y la confusión entre el sexo masculino y femenino; el mal siendo visto como bueno, y viceversa; el odio hacia los principios y la moral que una vez definió a los EE.UU.; las fronteras abiertas e inmigración ilegal para reducir el crimen y atentados terroristas.
Las celebridades que apoyaron a Kamala y que amenazaron con abandonar EE.UU. si ganaba Trump, ojalá estén empacando y no sean igual de fariseas que Paola Cabezas quien sentenció irse a la casa si no destituían a Palencia, y hasta el día de hoy no se va. Elon Musk anunció durante la campaña roja que, si Trump ganaba, la lista de los famosos que frecuentaban la isla del pedófilo de Epstein y que, en su mayoría, son los mismos que respaldaron a Kamala, saldría a la luz. De ahí el apoyo…
El nuevo presidente de los EE.UU. prometió usar “la ley de Enemigos Extranjeros” para expulsar del país a miembros de carteles de drogas y pandillas. También prometió que cancelará las visas de los simpatizantes de Hamas y que los sacaría de las universidades y del país.
Estudios estiman que la población inmigrante ilegal en EE.UU. alcanzó los 11 millones en el 2022, bajo el gobierno de Biden. Trump se refirió a ellos como invasores y que planeará la operación de deportación doméstica más grande en la historia del país. Sus propuestas significarán una reforma del sistema de inmigración, en la cual suspenderá el ingreso a EE.UU. de musulmanes y a quienes tengan simpatías yihadistas. Algo similar hizo durante su primera presidencia. Pero en el 2021, Biden revocó esa medida.
Aunque les duela a los zurdos, el capitalismo sigue vigente. Un liderazgo fuerte y un nacionalismo bien llevado, rebasa los “nuevos derechos” fantoches promovidos por la izquierda.
Enhorabuena a los norteamericanos que no votaron por la caja de resonancia de Obama, igualita a la que tenemos por acá, manejada desde Bélgica por un delincuente. (O)