Una de las características de la gestión del Presidente Daniel Noboa, es que desde el inicio su empeño ha estado en una especie de campaña electoral anticipada, buscando su reelección.
En este escenario las acciones gubernamentales más que orientarse enfrentar las causas de los problemas económicos, sociales, energéticos, institucionales y de inseguridad, se han dirigido más bien a lograr golpes de efecto que favorezcan la imagen del Presidente y posicionen la idea de que si se están resolviendo (o por lo menos reduciendo) esos problemas.
Para esto se ha recurrido a una estrategia político-electoral de tinte populista y clientelar, pero también a una estrategia propagandística y publicitaria profusa.
En cuanto a lo primero, el Presidente ha generado una política de “generosa” entrega de bonos” y “regalos”, y esto a pesar de que tuvo que tomar medidas económicas duras (como el alza del IVA y de las gasolinas) bajo el argumento de que el Estado adolecía de falta de recursos económicos. Entre estos últimos “regalos” ofrecidos están el no cobro de la energía eléctrica hasta 180Kw entre los meses de noviembre y febrero, y la entrega de un “sueldo” de 400 dólares a 80 mil jóvenes durante 3 meses, para supuestamente incentivar su participación en programas de protección ambiental. Se tratan de medidas asistencialistas que, tomadas en víspera de las elecciones, pretenderían obtener a cambio (como retribución) el voto de sus beneficiarios.
Entre las medidas de tinte populista, con la que se aspiraría también a ganar la simpatía electoral de ciertos sectores de la población, estarían las propuestas de reforma constitucional referidas a permitir las bases militares extranjeras (léase norteamericanas) en territorio ecuatoriano, la eliminación de la publicidad electoral igualitaria (financiada por el Estado) para los partidos y la eliminación de la calificación como grupo vulnerable a los privados de la libertad.
Por otro lado, el Gobierno ha intensificado en las últimas semanas una profusa (y millonaria) campaña publicitaria, a través de algunos grandes medios y de redes sociales, para tratar de convencer a la gente sobre las supuestas bondades de su gestión, de que estamos en “el nuevo Ecuador”, en “el Gobierno que resuelve”, etc. etc. (O)