Como es lógico, a nadie en su sano juicio se le puede ocurrir que el actual gobierno sea responsable de la tremenda sequía que afecta, tan gravemente, al país. Sin embargo, sí considero que ha habido un alto grado de negligencia al no tomar medidas conducentes a mitigar los efectos del fenómeno climático que si fue advertido desde antes de que afectara al país.
Cómo es posible que desde que en la época del prófugo se construyeran mal, con graves defectos y con enormes sobreprecios las famosas centrales hidroeléctricas, las centrales térmicas que trabajaban hasta esa época, fueran embodegadas y abandonadas para destruirse y volverse inservibles. Es elemental pensar que debieron ser sometidas a periódico mantenimiento y de esa forma servir cuando fuera necesario como es esta época en que no hay lluvias y los ríos y embalses están casi secos.
El prófugo pagó en exceso el valor de las centrales construidas e hizo creer que con ellas en funcionamiento ya nunca íbamos a sufrir falta de energía eléctrica y que, al contrario, seríamos proveedores de la misma para los países de Sudamérica. Ahora vemos cuan falso resultó ser todo eso.
Pero ya que los sucesivos gobiernos permitieron que se oxiden, deterioren y pierdan los antiguos generadores de electricidad que bien estuvieron sirviendo hasta que la estulticia de un gobernante incapaz de hacer algo más que negociados, ¿por qué no se precedió a adquirir unos nuevos tan pronto se vio y comprobó que la sequía actual iba a ser tan grave? La ciencia meteorológica lo veía y advertía claramente de la seria amenaza para la región Recién ahora, cuando han pasado cuatro meses de ausencia de lluvias el gobierno está en el trámite para adquirir generadores hidroeléctricos. Hasta tanto los daños ocasionados son incuantificables en todo sentido, la producción industrial y comercial, la pérdida de empleo de miles de ecuatorianos, etc. Bien que se proceda a la compra de tales equipos, pero mal, muy mal, que se haga tan tarde. Estoy convencido de la buena voluntad de servir bien que tiene el Presidente Noboa y de su capacidad, pero no pienso lo mismo de los altos funcionarios del gobierno que en las carteras de energía y electricidad debían ser mejores. (O)