Parece que el sentido común, la empatía, la solidaridad, el cuidado de la salud, el adecuado uso de los recursos públicos, no tienen importancia para algunos servidores de la Municipalidad de Cuenca, incluido el alcalde, quien debe conocer y dar el visto bueno a las ideas de los subalternos.
El director de la Fundación Iluminar, Manuel Guiracocha, minimiza la crisis energética, señalando que “ya hemos tenido problemas en años anteriores”, que el proyecto de iluminación navideña es eficiente energéticamente y que se utilizarán en ciertos puntos generadores. Parece que no sabe, que lo que vivimos no es un problema menor sino una crisis de proporciones; y, que los generadores contaminan con gases tóxicos y ruido.
El argumento para justificar la desatinada decisión, es que la iluminación mejora el comercio y que atraerá turistas.
Los turistas vienen porque les gusta la ciudad. Los que puedan comprar no dejarán de hacerlo porque no haya iluminación ornamental.
Lo adecuado, es tener en cuenta a los miles de personas que han visto afectadas su calidad de vida, por falta de energía eléctrica.
A todos se nos pide ahorrar, mientras el GAD municipal planea derrochar. (O)