No hay semana que los escándalos de asambleístas y actores políticos se muestren de cuerpo entero. Es cuestión de hacer seguimiento a las cuentas de redes sociales para entender el odio y la poca calidad intelectual de un nutrido grupo de congresistas como la de Sofía Espín de la RC quien ha tenido la cachaza de presentar un documento de larga extensión para que la Comisión de Fiscalización dé paso al pedido de investigar los chats publicados en algunas redes sociales por el maléfico y fugado periodista Anderson Boscán, de los cuales no sabemos su autenticidad, para con eso degradar la memoria de Fernando Villavicencio asesinado por las peores fuerzas del mal, debido a sus denuncias en contra de la corrupción en casos como Arroz Verde, Petrochina, Odebrecht e INA Papers y las derivaciones a Metástasis, Purga, y Plaga.
La legisladora Ana Herrera (RC) tramitó el pedido de juicio político a Juan Fernando Guarderas del CPCCS, con una serie de acusaciones como vendetta porque el consejero no pertenece a la “liga azul’ auspiciada de manera descarada por Correa y evidenciada de cuerpo entero en los espacios de publicidad, utilizando el dinero del pueblo ecuatoriano. Con los votos de los de la RC y PSC, unidos hasta la muerte, se concretó su aspiración. Lo más grave del tema, es que, según Guarderas, un equipo del correísmo le propuso negociar su juicio político a cambio de desistir de las acusaciones electorales contra Verónica Abad, lo cual demostraría la existencia de un equipo de soporte fuerte y daría la razón a quienes piensan que este caso va más allá de un debate administrativo o constitucional.
En una exposición de Correa en X se atrevió a intimidar al Fiscal Subrogante Toainga diciéndole “no ponga en juego su jubilación” bajo el supuesto de que este ciudadano honesto quien ha llevado a lo más alto las investigaciones por los atracos en contra de los dineros públicos actúa por temor a Diana Salazar. No puede ser más frontal: ¿será que tiene conexiones en el IESS que impedirían tramitar la jubilación de Toainga?
Los desafueros para ejercer una política seria en el Ecuador demuestran el poco compromiso por el país. La RC actúa solamente para recuperar el poder con el único propósito de buscar se anulen las sentencias a Correa, y su grupo cercano, y así regresar a cumplir su plan de venganza contra quienes se le crucen en el camino. Para esto ha desplegado una brutal campaña anticipada, con recursos de extraña procedencia, y ha activado a los “topos” de las alcaldías y prefecturas del país para “lavar el cerebro” a los ciudadanos que, a estar alturas, sienten un quemeimportismo hacia las elecciones.
La iniciativa del presidente Noboa, de eliminar la entrega de recursos para financiar a los partidos y maquinarias electoreras de tantos oportunistas y aventureros de la política, ha sido muy bien vista por la gran mayoría del pueblo ecuatoriano. Los afectados ya están saltando de las iras. Ojalá se convierta en ley para ver quienes participan. (O)