Una de las características de los últimos Gobiernos, motivados por el afán de eludir su incapacidad o descuido para enfrentar ciertos problemas que han afectado significativamente a la colectividad, ha sido la de echar la culpa a otros por esos problemas; ya sea a Gobiernos anteriores o, incluso, a funcionarios de su propio Gobierno.
Este es el caso del Gobierno de Presidente Noboa, que cuando inició el problema de los apagones acusó a su entonces Ministra de Energía y Minas, Andrea Arrobo, de haber llevado a cabo un sabotaje al sistema eléctrico del país; aunque luego de la salida de la Ministra el Gobierno afirmaría, sucesivamente, que los apagones se debían al vaciamiento del agua de la represa Mazar, a una falla humana, a la caída de un árbol, o simplemente a los gobiernos anteriores.
En el caso de la hoy ex Ministra Arrobo, las acusaciones del Gobierno contra ella se han fortalecido en los últimos días. Esto se ha dado en el marco del juicio político que está enfrentando en la Asamblea Nacional y cuando Arrobo públicamente ha manifestado que el Presidente Noboa si había sido alertado de la crisis energética que se venía, y que había sugerido iniciar tempranamente con los cortes de energía eléctrica, a fin de evitar los prolongados apagones que ha sufrido el país en los últimos meses. Una alerta y sugerencia que, según la ex Ministra, habían sido desoídas por el interés de Noboa de obtener un resultado favorable en la consulta popular del mes de abril.
Aún más, Arrobo ha justificado su inasistencia a la Asamblea para defenderse en el juicio político, alegando que tiene temor por las represalias que ella pude sufrir por parte del Gobierno y de la Fiscalía si habla y cuenta lo que pasó con el tema eléctrico; una afirmación preocupante sin duda, pero que no sorprendería dado el carácter crecientemente autoritario está tomando el régimen frente a diversos actores que le contradicen o le critican.
Más allá de los dimes y diretes, la realidad objetiva es que el Gobierno actual tuvo un año para actuar y cumplir su promesa electoral de que los apagones, que iniciaron en el Gobierno de Lasso, no se volverían a repetir; apagones que, incluso, cuando ya se superen totalmente habrán dejado cuantiosas pérdidas económica y sociales. (O)