José Antonio Carrillo, técnico español de marcha atlética, visitó Cuenca para observar si la ciudad cuenta con la infraestructura para desarrollar el trabajo con los ecuatorianos Glenda Morejón y David Hurtado rumbo a los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028.
En principio el ciezano de 67 años quedó impresionado con la ciudad. “La primera sorpresa que me llevé fue ver todos los tejados un poco rojos como manteniendo una uniformidad en la construcción. Hay mucho verde, limpieza. La verdad que me he llevado una sorpresa muy agradable”.
Ante la buena predisposición de los administradores de la pista Jefferson Pérez, Carrillo hará llegar desde España un listado de herramientas (de gimnasio) que harían falta para que los deportistas puedan ejecutar un entrenamiento más óptimo. “La pista (Miraflores) es una maravilla, pero me han dicho que lleva un mes y poco…”.
Carrillo pone fin a una etapa
Carrillo cuenta que con la doble medalla que alcanzó su dirigido Álvaro Martín en los Juegos Olímpicos de París 2024, cerró “una etapa a nivel profesional con sueños que empezaron en mi vida con la película Carros de Fuego de 1981”.
“Esos sueños que veía de imitar a Sam Mussabini de alguna manera se cerraron en París, rompiendo también mi sombrero”.
En el filme, Mussabini rompe su sombrero para festejar que su atleta, Harold Abrahams, se proclama campeón olímpico en los 100 metros durante los Juegos Olímpicos de París 1924.
Aunque pensaba ya en su jubilación, “no sé decir que no” y aceptó el reto de dirigir a Hurtado y Morejón. Antes preguntó por sus antecesores.
“Cuando me aseguraron que con sus antiguos entrenadores habían quedado bien y no había ningún problema, sí que me quitó esa presión porque los técnicos no tenemos que pisarnos entre nosotros…”.
La llamada de Morejón le causó algo de sorpresa. “Le dije: Glenda acabas de ser subcampeona olímpica en relevos y sexta individual, qué quieres que haga yo contigo”.
La imbabureña le recalcó que está segura de que puede intentar luchar por estar en el podio a nivel individual.
“Son muchos los imponderables que hay en los ciclos olímpicos. Esto es un reto, pero no tiene que ser una obsesión porque si se convierte en una obsesión, es un peligro. Voy a intentar que entrenemos lo mejor posible para que ese día salga el resultado más óptimo…”.
Trayectoria en la marcha
Carrillo confiesa que llegó a la marcha atlética por casualidad. Para una competición, su club Athleo armó un equipo, pero le faltó atletas para dos pruebas. Fernando Vázquez se ofreció para marchar y no decepcionó.
En ese momento, empezó a profundizar los estudios sobre la biomecánica y otros aspectos fisiológicos. Con ensayo-error poco a poco empezó a especializarse en la marcha, llevándolo a Vásquez a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
Hoy en su palmarés están 7 juegos olímpicos absolutos y 1 juvenil. Con 7 deportistas ha logrado un cuarto lugar, dos quintos puestos y dos podios (oro en relevos y bronce en individual). Además, dos títulos mundiales.
Fórmula del éxito
Según Carrillo “lo primero es que haya un equipo que trabaje en torno al binomio: atleta-entrenador: psicólogo, nutricionista, fisioterapeuta, traumatólogo… En mi caso como técnico, profundizar en un entrenamiento científico”.
En el aspecto fisiológico creó su propia teoría. En el aspecto técnico “siempre me ha gustado la técnica rusa”.
“No es que la aplico, pero si me gusta el ángulo de brazo un poco más abierto, que la mano llegue a la altura de los bolsillos imaginarios, que no pase muy por delante del centro de gravedad, que se acabe pronto, porque en la marcha lo que se tiene que intentar es hacer una buena impulsión y a su vez una recogida rápida”.
Objetivos con el equipo olímpico
“Me gusta trabajar por doble periodización: una competición importante a mediados de año y luego la gran competencia de verano (mundial, juegos olímpicos)”.
Con Hurtado y Morejón “tengo que reconvertirlos un poco en la técnica que he visto que da resultado y que es menos pulible ante los jueces. Eso es importante”.
Hurtado y Morejón “son deportistas de altísimo nivel. El reto es ayudar a que ellos cumplan sus sueños, yo con eso me sentiré feliz”.