La Navidad es una época de celebración, unión y generosidad, pero también un momento ideal para reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones de consumo. Este año, en el contexto de la crisis energética y los constantes apagones que enfrenta Ecuador, apoyar a los micronegocios locales cobra una importancia aún mayor.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las micro y pequeñas empresas representan más del 90 % del tejido empresarial en Ecuador. Estos negocios, a menudo familiares, son los más vulnerables a las interrupciones energéticas, pero también son fundamentales para la economía local y el bienestar comunitario.
En palabras de Luz Helena Arévalo Rojas, Gerente del Segmento Micro de Banco ProCredit “comprar a micronegocios locales durante esta temporada no solo fomenta el espíritu navideño, sino que también genera un impacto positivo en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Estas empresas son el corazón de nuestras comunidades y necesitan nuestro apoyo más que nunca”.
Optar por hacer las compras navideñas en micronegocios no solo ayuda a las familias que los gestionan a enfrentar los retos actuales, sino que también promueve un desarrollo sostenible. Desde reducir la huella de carbono asociada con la logística hasta impulsar el empleo local, cada compra cuenta.
Fortalecimiento de la economía local
- “El apoyo a micronegocios locales tiene un efecto directo en el desarrollo de las comunidades”, asegura Luz Helena Arévalo. Al comprar a emprendedores, artesanos y pequeños comerciantes, por ejemplo, se genera empleo, pues los micronegocios son una fuente importante de trabajo para las familias ecuatorianas, especialmente en sectores vulnerables.
- También se fomenta el crecimiento económico, dado que cada transacción impulsa la reinversión en la comunidad, creando un círculo virtuoso que beneficia a todos. “Además, al apoyar negocios pequeños y únicos, se diversifica la economía, al incentivar la innovación y la creación de productos con identidad local”, destaca la gerente.
Reducción de la huella de carbono
- Optar por productos locales disminuye el impacto ambiental relacionado con el transporte y la logística. Como primer punto, los productos locales no requieren largos trayectos para llegar a los consumidores, reduciendo las emisiones de CO₂ asociadas al transporte.
- Los embalajes más sostenibles también son un punto a considerar. “Muchos micronegocios tienden a utilizar menos embalaje o materiales reciclables, disminuyendo los residuos considerablemente”, dice Arévalo.
Promoción de prácticas sostenibles
- El consumo responsable es un concepto que cada vez toma más fuerza. En esa línea, comprar localmente incentiva a las personas a ser más conscientes de la procedencia de los productos que adquieren.
- “El apoyo a cadenas de producción éticas es, igualmente, un aspecto común, ya que los micronegocios suelen tener prácticas transparentes y responsables, promoviendo la justicia laboral y el respeto al medio ambiente”, comenta la experta.
Fomento de una conexión comunitaria
- Al adquirir productos de micronegocios, los consumidores tienen la oportunidad de conocer directamente a los productores, lo que fortalece el sentido de comunidad, creando relaciones más cercanas y personales entre vendedores y compradores.
- “Asimismo, se rescatan tradiciones culturales, pues los productos locales reflejan la identidad y riqueza cultural de cada región, fomentando un consumo que valora nuestras raíces”, concluye la gerente.