La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se comprometió a convertir el Tren Maya, obra emblema del oficialismo, en «el gran destino turístico del mundo», al cumplirse un año de operaciones del proyecto que ha sido criticado por su sobrecosto e impacto ambiental.
En un evento por el aniversario de la obra, Sheinbaum festejó que el Tren Maya «le dice al planeta entero que solo en México» es posible construir en tan solo cuatro años un tren de más de 1.500 kilómetros con distribuidores, viales, puentes y terraplenes.
«Les comparto que vamos a consolidar el Tren Maya como el gran destino turístico del mundo, y además, lo vamos a hacer también un tren de carga para fortalecer el traslado de mercancías a lo largo del sureste mexicano», señaló la presidenta.
La mandataria mexicana apuntó que el proyecto «no fue en contra, como algunos quisieron inventar, sino con y para las comunidades del sureste de México». Además, aseguró que el Tren Maya protege al medioambiente y fomenta el turismo sustentable, pese a lo que llamó «amparos sin sustento» y críticas de «los adversarios de la transformación» sobre su impacto ecológico.