Tamborilero

La información más antigua que se ha obtenido sobre la creación de esta famosa canción, presenta que fue escrita por la estadounidense Katherine Kennicott Davis, compositora y pianista, quien firmó con su nombre el papel de este villancico popularizado en nuestro medio por el cantante español Raphael (hospitalizado en estos días). Existe una versión en inglés “Carol of the Drum” que fue cantada por un coro mixto, voces de hombres y mujeres, bajo una producción de Harry Simeone. En este video, se aprecia la melodía y el ritmo de la canción tal como la conocemos actualmente. La letra de este video que afortunadamente existe, tiene diferencias en la adaptación hecha en español, aunque el fondo del mensaje, es el mismo:

Inglés:

Ven, me dijeron, a ver a nuestro recién nacido Rey

Los mejores regalos traemos, para ponerlos ante el Rey

Rum pum pum pum

Para así honrarlo, cuando lleguemos…

Bebé Jesús, soy un niño pobre también,

No tengo un regalo para traer que sea digno de un Rey,

¿Podría tocar para ti mi tambor?

Español:

El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió

Los partorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón

Rom pom pom pom

Ha nacido en un portal de Belén, el Niño Dios

Yo quisiera poner a tus pies, algún presente que te agrade Señor

Mas tú ya sabes que soy pobre también y no poseo más que un viejo tambor

En tu honor frente al portal tocaré, con mi tambor

¡Vaya ternura y sentimiento en la letra de El Tamborilero! Ignoramos el valor del fondo de esta época, el verdadero sentir de la Navidad. Este espacio y tiempo que se nos concede cada año, pide reflexionar, revalorizar, y celebrar el nacimiento de un niño que trae luz, paz, y una guía sobre el amor de unos a otros, a Dios y la llegada a una vida eterna.

“Cuando Dios me vio tocando ante Él, me sonrió.” Y de eso va todo en esta vida, de la sencillez y la humildad, porque un detalle brindado con sinceridad y cariño llena cualquier corazón, abriga toda soledad, y da brillo a la más grande tristeza. Esa última frase también entrega esa hermosa escena del Niño Rey, sonriendo a su tamborilero en inglés… y de corazón anhelo, que el Niño del pesebre le sonría a usted también en la próxima Noche Buena. Que sus actos, palabras y pensamientos, se transformen en la más bella canción navideña. (O)

Lcda. Estefanía Chalco

Magister en Gestión Cultural, Licenciada en Estudios Internacionales y Comercio Exterior. Ha ejercido funciones en el sector público y privado ante organismos internacionales. Gestora de proyectos sociales.

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