Pase del Niño Viajero: Fe que trasciende el tiempo

Se calcula que alrededor de 100 mil personas se congregaron en la Gran Pasada, entre peregrinos, devotos y turistas de diversos rincones del país y el mundo.

Como cada 24 de diciembre, Cuenca se vistió de fe, color y devoción con la celebración del tradicional Pase del Niño Viajero, una de las manifestaciones culturales y religiosas representativas país.

Este 2024, la festividad tuvo un significado especial debido a la presencia del cardenal Luis Gerardo Cabrera, quien, junto al arzobispo de Cuenca, Marcos Caicedo, presidió la misa principal en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Decenas de fieles participaron de la eucaristía, colmando el recinto de espiritualidad y gratitud.

Desde tempranas horas, el bullicio de las calles anunciaba el inicio de la procesión. Aunque las condiciones climáticas obligaron a suspender el sobrevuelo del helicóptero con la imagen del Niño, la devoción de los cuencanos permaneció intacta.

A la salida de la misa, cientos de personas aguardaban con entusiasmo la aparición de la Sagrada Imagen, que fue escoltada en un recorrido desde el Parque Calderón hasta San Sebastián. Allí, el Niño Viajero fue colocado en el altar mayor, donde permaneció hasta las 17:00.

Se calcula que alrededor de 100 mil personas se congregaron en la Gran Pasada, entre peregrinos, devotos y turistas de diversos rincones del país y el mundo.

Las aceras de la calle Bolívar, como cada año, se convirtieron en tribunas improvisadas donde familias enteras se apostaron para admirar el paso de personajes bíblicos, contemporáneos y tradicionales.

Entre los fieles se encontraba la familia Mora, oriunda de la parroquia Chiquintad, que lleva 35 años participando en esta tradición. “Esto lo hemos inculcado a las nuevas generaciones. Nuestros niños también participan, porque queremos que esta tradición continúe”, afirmó Marcia Mora.

Entre 15 y 20 miembros de la familia se preparan con un mes de antelación para representar a la Virgen, San José, el Niño Jesús, ángeles y cholitos.

La chicha y el pan

Entre los asistentes, también estuvo la familia Cornejo Solano, quienes llevan más de 55 años repartiendo chicha, panes y guineos una acción en agradecimiento al Niño.

“Esto viene desde nuestra bisabuela Margarita Cornejo Solano. Es una tradición que queremos mantener porque es nuestra manera de agradecer y ayudar a quienes participan”, expresó Karina Orrala Cornejo, mientras servía chicha a los peregrinos en la esquina de las calles Bolívar y General Torres.

El ambiente estuvo acompañado por la música de agrupaciones como “Unión Obrera del Azuay”. Su saxofonista, David Aguilar, compartió el orgullo de ser parte de esta celebración por segundo año consecutivo.

“Es un honor acompañar al Niño Viajero con un repertorio de villancicos como ‘No sé niño hermoso’ y ‘Ya viene el niñito’”, detalló Aguilar.

La jornada culminó con el retorno del Niño Viajero al Monasterio del Carmen. Con devoción y esperanza, los fieles despidieron la Gran Pasada, comprometidos a mantener viva su fe y a celebrar con fervor el próximo año.

Historia del Niño Viajero

En 1933, monseñor Miguel Cordero Crespo, por encargo del obispo de Cuenca, monseñor Daniel Hermida Ortega, organizó el ya tradicional Pase del Niño del 24 de diciembre.

Una imagen del Niño Jesús, esculpida en 1823, formaba parte del pesebre de monseñor Miguel Cordero Crespo, quien en 1961 la llevó a Roma, en donde fue bendecida por el papa Juan XXIII. Luego, en Belén, la recostó sobre la estrella que conmemora el nacimiento de Jesús.

A su regreso, una de sus devotas exclamó: “¡Llegó el viajero!”.

Ese mismo año, el evento adoptó oficialmente el título de «Pase del Niño Viajero». Monseñor Cordero, con el apoyo de la Arquidiócesis de Cuenca y la comunidad, impulsó y mantuvo esta tradición hasta su fallecimiento en 1986.

En su testamento, donó la imagen al Monasterio del Carmen de la Asunción, con la obligación de que sea venerada en la iglesia del convento y que salga cada año al Pase del Niño del 24 de diciembre. También prohibió su traslado a domicilios particulares.

Esta tradición fue promovida por Rosa Esther Pulla y otros priostes, hasta su fallecimiento, en 2007. Desde entonces, la organización del Pase del Niño Viajero fue asumida por la Arquidiócesis de Cuenca, por disposición del arzobispo Vicente Cisneros Durán. (PNH)-(I)

63

años cumple este 2024 el Pase del Niño Viajero, cuya primera celebración se desarrolló en diciembre de 1961.

DATOS

  • Estaba previsto que a las 07:00 se desarrolle el sobrevuelo del Niño Viajero por la ciudad, sin embargo, la actividad fue suspendida debido a las condiciones climáticas.
  • Los priostes de este 2024 son la comunidad Salesiana, el Mercado El Arenal y el Ejército. El año pasado fueron el Movimiento Neocatecumenal, el Mercado 3 de Noviembre y la Policía Nacional.

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Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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