El buque Almirante Viel, el primer rompehielos construido íntegramente en Suramérica, inició este viernes 27 de diciembre de 2024 su primer viaje a la Antártica para apoyar en misiones científicas y «fortalecer la presencia y la soberanía de Chile» en el continente blanco.
«La construcción de este enorme rompehielos es un logro importantísimo en la historia naval de Chile y de Suramérica. Es fruto de una política de Estado, pues su construcción comenzó en 2017, durante el Gobierno de la presidenta (Michelle) Bachelet», dijo el mandatario chileno, Gabriel Boric, en una ceremonia a bordo del rompehielos en el puerto de Valparaíso.
El buque, cuya construcción fue desarrollada por los Astilleros y Maestranzas de la Armada de Chile y concluyó el pasado julio, «da cuenta de la capacidad tecnológica de nuestro país y nos va a permitir fortalecer la presencia y la soberanía de Chile en todo nuestro Territorio Antártico», añadió el mandatario.
Con capacidad para operar a una temperatura de -30° C y autonomía para operar 60 días, la embarcación es hasta cinco veces más grandes que las que normalmente construye la Armada de Chile y requirió una inversión de 216 millones de dólares.
Puede transportar en cada viaje a una treintena de científicos y cuenta con laboratorios químicos, micro y macrobiológicos y equipos para la recolección y el almacenamiento de muestras que permitirán que las expediciones investiguen a bordo la oceanografía, la hidrografía, la biomasa y la fauna marina del continente helado.
El buque llegará en los próximos días a la austral Punta Arenas para comenzar el 9 de enero su primera misión antártica, que consistirá en el rompimiento de hielo. En febrero y abril transportará al continente helado a dos grupos de científicos, indicó la Presidencia chilena.
«Estamos fundiendo las capacidades tecnológicas, científicas e industriales de Chile para poder construir nuestros propios barcos, con el objetivo en el mediano plazo de hacer toda la renovación de la escuadra también en nuestra patria», anunció Boric, quien es un férreo defensor de la Antártica y reiteradamente insta a la comunidad internacional a protegerla.
Desde el inicio de su mandato, en marzo de 2022, ha viajado varias veces al continente helado y ha destacado el valor de este territorio como «muro de defensa» contra la emergencia climática y reserva de las tres cuartas partes del agua dulce del planeta.
La Antártica se rige desde 1959 por el Tratado Antártico, que establece que ningún país es propietario del territorio y lo designa como un continente dedicado a la paz y la ciencia, lo que significa que todos los desarrollos petroleros están prohibidos.
Si bien la Antártica no está gobernada por nadie, países como Reino Unido, Argentina, Chile, Australia o Nueva Zelanda han reclamado históricamente partes de su territorio.
Actualmente, Chile cuenta con más de diez bases y refugios permanentes y temporales distribuidos por todo el territorio antártico. EFE