Aunque parezca un asunto frívolo, los sociólogos afirman que las fiestas son una actividad sumamente importante en nuestras vidas pues nos apartan de los momentos cotidianos y nos desconectan de la rutina que, muchas de las veces, se torna agobiante.
De acuerdo con los expertos, las reuniones sociales aportan una ruptura con la normalidad y el diario vivir. A través de estas, experimentamos sentimientos intensos y nos entregamos a actividades placenteras como platicar con amigos, bailar, escuchar música, reír y comer cosas ricas.
De acuerdo con el sociólogo francés Emile Durkheim, los individuos tienden a emanar una efervescencia colectiva, algo así como una corriente burbujeante y alegre cuando están cerca a otros.
Celebrar y festejar son unos de los fundamentos en los que se basan las conexiones interpersonales. Por medio de ellas, se fortalece la autoestima y los vínculos con quienes son parte de nuestra vida.
Las sociedades siempre han buscado formas de escapar de la monotonía y las preocupaciones diarias. Divertirse es una necesidad psicológica y social siempre y cuando no se atente contra la integridad física o emocional de alguien. La diversión fortalece nuestro sistema inmune y también reduce la tensión y la ansiedad. En otras palabras, nos relaja. Y al estar relajados, la creatividad, la imaginación y la estabilidad emocional llegan con más facilidad.
Está demostrado que las personas que más se divierten en sus puestos de trabajo son las que más se involucran en sus proyectos.
Pese a sus múltiples beneficios, todavía hay quienes consideran que la diversión y la fiesta son algo trivial. Una simple distracción de las obligaciones. Si bien es cierto que hay jóvenes que dan más prioridad a la diversión que en cumplir sus responsabilidades, también es cierto que la vida no es solo trabajar. De vez en cuando, y por sanidad mental, hay que darnos tiempo para vivir algunas locuras. Imagínense si todo se resumiría a trabajar, no quedaría ni música, ni risas, ni una buena tertulia o un baile.
La capacidad para gozar de la vida con entusiasmo debería ser una de nuestras fortalezas. Pero, lastimosamente, es una de las cualidades menos presente entre los adultos.
Como dije al inicio: la diversión es cosa seria. Es algo que nos lleva a vivir y nos aparta del simple hecho de existir. Deseo que disfruten, “seriamente”, esta temporada de fiestas. Tengan todos ustedes, un Feliz Año Nuevo. (O)