Caso Restrepo, una lucha incansable

Aníbal Fernando Bonilla

Los derechos humanos tienen un vínculo profundo con el respeto a la otredad y la forma distinta de pensamiento, con la comprensión y aceptación a los demás, con el amor que se nutre desde el corazón rojo de ternura.

Era el ocho de enero de 1988 cuando el abuso e injusticia operó en los hermanos Restrepo Arismendy, cuando la irracionalidad y la persecución se ensañaron en contra de dos adolescentes. Desde aquella fecha en el Ecuador el tema de denuncias sobre atropellos a los derechos humanos tomó otro cariz, mas, si se trata de enfrentar con valentía a las fuerzas oscuras del poder.

Corría el gobierno despótico de León Febres Cordero: época de tortura, represión, encarcelaciones ilegales. Una estructura institucional dedicada a políticas represivas se fue instaurando con asesoramiento externo. El antiguo Servicio de Investigación Criminal de Policía era la olla de grillos en donde se preparaban a sicarios “oficiales” para acciones temerarias con el aval gubernamental: época escalofriante en desmedro del derecho elemental a la vida, y con ello, a la libertad de expresión y organización. Varias investigaciones periodísticas y documentales surgieron de estos hechos vergonzantes, como Caso Restrepo: crimen de Estado (1998), de Mariana Neira. En esta obra se antepone -con rigurosidad indagatoria- la reflexión sobre la preeminencia de la vida. Santiago y Andrés Restrepo Arismendy desaparecieron sin dejar rastro alguno que permita identificar su paradero. Suceso que conmovió al mundo, que sacudió a los organismos y activistas de derechos humanos, y a la ciudadanía que voluntariamente se incorporó a la cruzada por desentrañar la verdad de esta historia desgarradora. Admiración aparte merecen el sacrificio ofrendado por sus padres Pedro Restrepo Bermúdez y Luz Helena Arismendy Díaz.

Un drama sistemático en el que se conjugó el engaño, la presión sicológica, el amedrentamiento, el chantaje, la extorsión, la amenaza propiciada por miembros de la Policía Nacional. Parte determinante tuvo el testigo Hugo España, pieza esclarecedora en este macabro rompecabezas. Tras la declaración de España el país se conmocionó al confirmar la directa responsabilidad policial en la tortura, asesinato y desaparición de los cuerpos de los jóvenes Restrepo, según él arrojados en la laguna de Yambo, sin que se haya logrado su recuperación. 

Este artículo es un homenaje a Pedro Restrepo, hace poco fallecido, luego de un dilatado sufrimiento. Que su lucha no sea en vano, y que todos los miércoles en cualquier plaza o parque cercano reivindiquemos la valía suprema de la condición humana.  (O)

Lcdo. Aníbal Bonilla

Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana. Máster en Escritura Creativa por la Universidad Internacional de la Rioja. Licenciado en Comunicación Social. Autor de varios libros.

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