Mansos

El fin de año es festejado de diferente manera en todo el mundo, sin embargo, en unísono la humanidad pide con su terminación, deseos siempre de prosperidad, reencuentros y bienandanza para el nuevo que nace con el sol de la mañana. Fogatas donde crepitan monigotes, unos conocidos otros monstruosos, son los que contribuyen sin control alguno, en polucionar las ciudades y de ser el origen de incendios, siniestros y quemaduras. Con las largas lenguas de fuego intentamos reducir a cenizas nuestras frustraciones y malos momentos, fincando una esperanza de felicidad, pero sin embargo no tenemos un estudio sereno y lógico de las causas de nuestra pasada desventura. Digo esto, porque nuestro país enfrenta serios y enormes problemas y nosotros no protestamos. Bajamos la cabeza con la idea de que mejorarán las cosas por cansancio o que algo sobrenatural o fuera de nuestro alcance nos levantará de las cenizas. No protestamos de la verdadera putrefacción política que es visible, palpable y diaria. Seguimos soportando estoicamente que la manga de ladrones, corruptos, con Correa a la cabeza, interfieran en todos los estamentos del estado sin dar tregua ni paz. Soportamos el más grande conflicto instituido por ellos, el narcotráfico, que nos sofoca y nos llena de terror, sangre e inseguridad, al punto que tomar vacaciones en las playas, es un verdadero riesgo de morir en balaceras y sicariatos. Mansos cerramos el año con desaparecidos y asesinatos como diario pan ingesto. Sobreprecios, contratos fraudulentos en obras como las hidroeléctricas, etc nos mantuvieron en oscuridad terrible, con la cola de perdidas inmensas y cierres de fábricas paradas en muchas horas de producción diaria, que ayudaron a seguir a la cola de productividad. Seguimos mansos y no tomamos medidas drásticas para a balazo limpio y con las fuerzas armadas bien dirigidas, terminar con los cárteles de la droga que, si saben y bien lo demuestran, manejar armas y matar sin piedad. Cerrar de un plumazo la Asamblea, nido de ratas -con excepciones de la regla claro- que solo están para decir sandeces y obrar sin ninguna lógica y solo a esperas de beneficio, coimas y trinca. Somos mansos, sí y otro año nos sobreviene y soportamos humildes los rebenques seguidos y mortales que nos infringen estas mafias, que son, sin lugar a ninguna duda, de organizaciones internacionales. Están presos algunos como el Polit, pero no por nosotros sino por las leyes gringas. Nosotros mansos.

De todas maneras, quiero llegar a ustedes queridos lectores, con mi deseo de ventura en el año nuevo para todos los correctos y buenos ciudadanos. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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