Bueno, empezaremos este artículo deseándoles un lindo año. Que la pasen bombis y que todos sus propósitos se cumplan. Pero creo que eso se convierte en una cadena de presión que puede llevar a la decepción. ¿Qué pasa si no alcanzamos una meta? Mejor disfrutemos del viaje y dejemos de estresarnos por las cadenas que nosotros mismos nos imponemos. Lo mejor es dejar que todo fluya.
Luego de este pequeño mensaje, vamos a lo que nos atañe. Ha llegado la época más amarga para los ecuatorianos. Sí, damos oficialmente la bienvenida a la campaña electoral. Son semanas donde el país entra en una completa polarización. Los candidatos se dan con todo para llegar a tener un puesto en el sector público, un cargo que les hace ojitos para convertirse en los nuevos millonarios del país. La verdad es que llegar a esos cargos es como encontrar una mina de oro.
Pero, como ya mencioné, hemos comenzado mal. El caso de los niños de las Malvinas se ha politizado completamente. Ver a Patiño involucrándose en el seno de la familia y actuando como periodista exigiendo justicia me parece de lo más ruin de este sujeto. Y toda esa secta ha montado la misma narrativa. Han volcado todo su aparataje comunicacional para culpar al presidente de un crimen de Estado.
Me pregunto, ¿por qué no han exigido con la misma vehemencia justicia por el asesinato del esposo de la asambleísta Arce? Por ahí corrían ciertas voces que hablaban de supuestos casos de corrupción en la alcaldía de Durán y la contratación de tanqueros de agua. Pero hay algo que me causa intriga. Ya son varios los políticos de la Revolución Ciudadana que han sido bajados a plomo. Y esta misma organización es la que, supuestamente, vela por los derechos humanos de los pillines.
En fin, hemos comenzado este 2025 con un acontecimiento terrible. Pero para la política, estos casos son la panacea para tratar de capturar votos. No me voy a cansar de decirlo: los políticos solo usan a los militantes para que les entreguen el voto. El resto es solo intereses personales. Llegar al poder, enquistarse por años para aumentar sus patrimonios y darse la vida de gamonales. (O)