Ecuador enfrenta una grave crisis por la inseguridad. Entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024, se registró un total de 3.036 homicidios, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), cifra escalofriante que sitúa al país entre las tres naciones latinoamericanos más violentas, junto con Venezuela y Honduras.
La violencia y la inseguridad que se vive, exponen a niños y adolescentes en situación de alto riesgo, sumada la falta de oportunidades, el abandono estatal y el crecimiento de la economía del delito. La desigualdad y la pobreza son el caldo de cultivo que alimenta las actividades criminales.
Alrededor de 250 mil niñas y niños han desertado del sistema educativo, por la violencia en cada barrio, obligados a realizar clases no presenciales, sin contar con los recursos tecnológicos que aseguren la calidad educativa. En los últimos cuatro años, se incrementó exponencialmente la migración de menores, que arriesgan sus vidas al migrar en condiciones peligrosas. En estas condiciones, el reclutamiento de menores por parte del crimen organizado es constante y alarmante.
Guayaquil es una ciudad rodeada de suburbios que incluyena Las Malvinas, carente de los más elementales servicios básicos, con auge delictivo y hacinamiento. Las Malvinas que comenzaron a poblarse a partir de 1983 al ser invadidos por precooperativas dirigidas por el abogado Jaime Toral Zalamea.
El Estado, algunos medios de comunicación y líderes de opinión, en lugar de tratar a los adolescentes como víctimas de este conflicto y perseguir a los adultos responsables de su reclutamiento, están procurando endurecer las penas y reducir la edad de imputabilidad, desconociendo que las reformas de carácter punitivo no son la solución y empeoranla seguridad del país.
Los habitantes del barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil, velaron y enterraron este miércoles los féretros de los cuatro niños que desaparecieron el pasado 8 de diciembre, tras ser detenidos por militares, y cuyos cuerpos aparecieron completamente calcinados en la zona de Taura, lo cual ha conmocionado al pueblo entero y a entidades internacionales. (O)