Saludos

Aurelio Maldonado Aguilar

Como en ningún otro tiempo los saludos fraternos y deseos de prosperidad, salud y progreso, emergen de las almas amigas. Con la comunicación como una cosa indispensable, masiva e incluso hiper utilizada, se pueden leer mensajes de almas paralelas que llegan con la brisa tenue del cariño y amistad sinceros. Grato es saber que la gente que nos quiere, recuerde pedir bienestar en nuestro camino. Como nunca parecería que hacemos un esfuerzo de enmienda en nosotros mismos, soslayando muchas veces pequeños rencores y malos caminos. No hay duda que en el fondo de nuestra pulpa, necesitamos ser buenos y gentiles y olvidar por lo menos en estos días injurias o pequeñas púas que hirieron en su momento. La ruta se hace más fácil con propósitos de enmienda y gentileza que emergen como vertiente que el resto del año se encuentra soterrada.

La política y su campaña nos inundan con mensajes de bandos contrapuestos a muerte. También se vuelve indispensable aquello, pues tenemos que decidir en breve caminos diametralmente distantes. Tratando de ser imparcial, cosa difícil para mí que tomo rutas definidas, lo que me asombra es que, tenaces son los que comulgan con la famosa revolución de corrupción y el correato. Y digo que me llama la atención, pues todos los actores de esta especie de banda delincuencial, están involucrados en una mafia habilísima de corrupción, sobreprecios y narco negocios. No se escapa nadie de esta agrupación, de cosas claras y comprobadas de delincuencia y sin embargo siguen siendo fuerza política importante. Mis abuelos solían decir que, más une el vicio que la virtud y nada más real y certero en estos momentos, donde compinches y delincuentes se defienden entre ellos con uñas y garras del robo.

Estoy cumpliendo hoy, 24 años de ser columnista de opinión y tengo 1200 artículos listos y ordenados cronológicamente para su edición y que no dejan de ser historia social y antropológica discutidas en esta, mi columna. Me asombra y siento orgullo de este mi trabajo y de no delinquir ante mi conciencia y criterio, razón por la cual divago en este artículo de este nuevo año, ofreciendo lo que es mi deber y gusto, de saludar a mis lectores y decirles que nuestro pueblo es grande y deberá tomar ahora en breve una decisión política trascendental entre una democracia con fallas y un narcoestado perfecto. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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