El Parque San Sebastián fue el escenario del Pase del Niño de la Tía Lulú, que este 2025 celebra su 60 aniversario. La devoción y el compromiso de Lulú Torres de Aguilar mantienen viva esta costumbre que inició en el año 1965.
«Hace 60 años, la tía inició esta tradición, que ha sido parte de nuestra familia. Aunque no comenzamos con un Pase como tal, sí celebrábamos una misa en honor al Niño Jesús. Con el tiempo, el Pase del Niño se convirtió en un evento central de la comunidad», explica María Leonor Aguilar, sobrina de Lulú.
A sus 94 años, la organizadora Lulú Torres de Aguilar participó el 11 de enero de 2025 en el recorrido. Con las palabas “Dulce Niño Jesús, ven a nacer en mi corazón”, dio inicio a la festividad, pasadas las 09:00.
El recorrido, liderado por personajes revestidos de ángeles, cholitos, los Reyes Magos, la Virgen María, José y el Niño Jesús, se desarrolló alrededor del parque. Estuvo acompañado de cánticos y la alegría de los niños que cada año se unen como parte de las nuevas generaciones en esta tradición.
Esteban Torres y Juan Sebastián Torres encantaron a todos con un baile especial.
«Este evento nos llena de esperanza y nos recuerda el verdadero significado del nacimiento de Jesús de Nazaret«, expresó Ernesto Cañizares, quien ha estado cada año en el desfile.
Fe
El Pase del Niño de la Tía Lulú atrajo a decenas de personas. Acudieron con fervor a esta procesión llena de simbolismo y de fe. La celebración concluyó con una misa en la iglesia de San Sebastián, seguida del reparto del pan de costra, que los participantes reciben cada año.
Los priostes de este 2025 fueron Mima Torres, Patricio Lanch, María Luisa Maldonado, Mónica Aguilar y Nydia Maldonado, quienes organizaron el evento y se encargaron del pan, las bebidas y las flores.
A lo largo de los años, esta festividad ha evolucionado. Actualmente se desarrolla en San Sebastián, pero hasta hace una década salía desde la casa de la tía Lulú, ubicada entre las calles Mariscal Lamar y Juan Montalvo. Tras un recorrido hasta la iglesia del Cenáculo, la familia regresaba a la casa para disfrutar de una comida, un canelazo y el pan.
«Así han pasado 60 años ininterrumpidos, celebrando el pase entre el primer y segundo sábado de enero», rememoró María Leonor.
El Pase del Niño Migrante
Simultáneamente, en otro punto de la ciudad, el Pase del Divino Niño Migrante reunió a miles de personas en una manifestación de fe que ha crecido desde su inicio en 2009.
Este pase, nacido como un gesto de agradecimiento por Rosamaría Pulla Célleri, gerente de la radio ‘La Voz del Río Tarqui’, se ha convertido en un evento masivo que congrega a la comunidad migrante, sus descendientes y los cuencanos.
La jornada comenzó temprano con la concentración en las instalaciones de la radio en la Manuel Vega y Presidente Córdova, seguida de una procesión por la calle Bolívar hasta la Catedral de la Inmaculada.
Planteles
Este año, el Pase del Niño Migrante contó con la participación de varias instituciones educativas, entre ellos, Unidad Educativa “Garaicoa”, “Ciudad de Cuenca”, “República del Ecuador”, “Herlinda Toral” “César Dávila”, “Federico Proaño”, “Dolores J. Torres”, “Santa Mariana de Jesús”, “Manuela Cañizares” y “Guillermo Mensi”.
Bandas de música, estudiantes con sus danzas tradicionales y atuendos típicos llevaron de alegría y colorido al desfile. La familia Vanegas se sumó con un baile añadiendo alegría y fervor.
«Estar en este pase es una experiencia que enriquece a nuestros estudiantes, quienes se sienten parte de una tradición que une a la comunidad católica», mencionó Jackeline Tenesaca, docente de la Unidad Educativa “Santa Mariana de Jesús”.
La procesión avanzó con los carros alegóricos, cánticos y la alegría de los asistentes, liderada por el Ángel de la Estrella, seguida por pastores, cholitos y mayorales. La Pasada llegó hasta el Parque Calderón y concluyó con la misa en la Catedral de la Inmaculada Concepción.
Rosamaría Pulla Célleri, mantenedora del pase, compartió que su Divino Niño Jesús tiene alrededor de 150 años. “Es una herencia de mis abuelos; que le dejaron a mi padre, el profesor Manuel Pulla Cornejo y él me lo obsequió”, relató.
El Pase del Niño de la Tía Lulú y el Pase del Niño Migrante, celebraciones, aunque diferentes en su origen y escala, comparten un propósito común: fortalecer los lazos familiares y comunitarios a través de la fe en el Niño Jesús, uniendo a generaciones en torno a una tradición que perdura en el tiempo y el corazón de los cuencanos. (PNH)-(I)
1965
es el primer año en el que se desarrolló el Pase del Niño de la tía Lulú, lo que empezó como un evento familiar hoy acoge a decenas de personas.
- El Pase del Niño de la tía Lulu recorrió los alrededores del parque San Sebastián, acompañado de cánticos y la alegría de los niños que se suman a la tradición.
2009
es el año en el que se dio inicio al Pase del Niño Migrante promovido por Rosamaría Pulla Célleri en agradecimiento por los favores recibidos.
- El Pase del Niño Migrante contó este año con la participación de instituciones educativas, con los hijos de los migrantes, hijos de los devotos.
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