Los pueblos son los llamados a velar por el cumplimiento de sus autoridades, ni se diga cuando de por medio existen ofertas, y más grave y preocupante cuando son incumplidas, y, atroz de llamativo, cuando existe apatía y un conformismo de los ciudadanos dejando que los pueblos se mueran “literalmente”. Y, el mal es mayor de aquellas autoridades que tratan, acaso, de justificar su inoperancia aduciendo que no son atendidos por los entes superiores, olvidándose que la GESTIÓN es acaso el accionar más importante de los burgomaestres, ahora más que nunca ante el absurdo centralismo.
Un ejemplo de los tantos se da en el Cantón Girón, cuando la población habla de la falta de accionar de su Alcalde. Muestras de lo mencionado tenemos: como que sus calles centrales se asemejan, en mucho, a la superficie lunar, máximo cuando algunos “cráteres” son “tapaditos” con tierra y arena; al respecto surgen algunas interrogantes, a saber: ¿En dónde quedaron los ofrecimientos y festejos que se tuvo lugar por el mes de octubre de 2024 al firmar un convenio con la Prefectura para asfaltar calles? ¿Por qué no se cumplió el compromiso con el Ministro Luque, que el Municipio debía construir los estribos para que el MOP coloque un puente Bailey, ya que el anterior se desplomó dividiendo a Girón en 2 territorios? ¿Por qué no se esclarece por parte del burgomaestre las denuncias sobre los dudosos contratos en las fiestas de Girón? ¿Por qué, dejamos que se destruya un espacio mal concebido para el Mercado del Productor, por el anterior Alcalde? Creemos que se debe dar alguna utilidad, es dinero del pueblo, pero malgastado cuando se trata de hacer por hacer.
No tratamos de granjearnos la enemistad o amistad de los funcionarios, porque comenzando desde el Alcalde son pasajeros del tiempo, empero, lo que pretendemos es motivar, incentivar a que se trabaje en función de la colectividad; y lo más importante, que los ciudadanos (no todos) reciban un “tirón de orejas”, porque están viviendo una apatía somnolienta, que solo mueven las lenguas detrás de las cortinas.
“Pueblo que no reclama está condenado a desaparecer” (O)