En las últimas décadas, la tecnología de observación terrestre con imágenes satelitales y sensores remotos ha cambiado la forma en que comprendemos el planeta.
Los sensores remotes recolectan información sobre la superficie terrestre sin contacto directo con ella, detectando características específicas de objetos/fenómenos a través de diferentes espectros electromagnéticos para su análisis.
Las imágenes satelitales se aplican en varias áreas. En la lucha contra el cambio climático, son cruciales para comprender su impacto, pues monitorean la pérdida de casquetes polares, el aumento del nivel del mar y los cambios en la cobertura forestal apoyando políticas de conservación, miden gases de efecto invernadero para modelar escenarios futuros y evaluar la eficacia de medidas de mitigación.
El avance de estas tecnologías promete aplicaciones más innovadoras, impulsadas por la colaboración global, la responsabilidad colectiva y una visión sostenible para beneficio de la humanidad y el planeta. (O)