El debate presidencial: ¿puede cambiar algo?

@avilanieto

Este 19 de enero, Ecuador vivirá un momento clave en la campaña electoral: dieciséis candidatos, entre ellos dos mujeres, se enfrentarán en un debate que cuenta con la expectativa y el interés de la opinión pública.  Sin embargo, ¿realmente un debate puede cambiar algo en las preferencias de los votantes?

Salvo excepciones, como la del contexto político del 2023 en Ecuador, los estudios sobre debates presidenciales son claros: aunque pueden reforzar lo que ya piensa la gente, no siempre logran cambiar las preferencias, sobre todo cuando ya hay una polarización fuerte. En el caso de Ecuador, las encuestas muestran que la competencia está centrada principalmente entre Daniel Noboa (ADN) y Luisa González (RC). Esto significa que el debate, más que cambiar votos, podría servir para afianzar las decisiones de quienes ya tienen claro por quién van a votar.

El «voto duro» —ese que está bien definido por afinidades ideológicas o lealtades políticas— probablemente no se moverá mucho. Los simpatizantes de Luisa González, con su conexión al correísmo, suelen ser fieles a su opción. Por otro lado, el apoyo a Noboa, aunque amplio, podría fluctuar un poco hacia otras candidaturas más pequeñas pero afines en la derecha. Este grupo, que podríamos llamar «voto blando», será el más interesante de observar durante el debate.

Los debates también son una gran oportunidad para conocer mejor a los candidatos. Estudios académicos evidencian que los debates ayudan a la gente a entender los temas importantes y a evaluar el carácter de los aspirantes. Para partidos o movimientos con menor reconocimiento esta es la oportunidad de captar a esos votantes indecisos que aún están pensando si quedarse con las opciones grandes o dar un giro hacia algo diferente aunque en la misma corriente.

Eso sí, hay que ser realistas: este debate probablemente no revolucionará el panorama electoral. Pero no por eso es menos importante. En un país donde el discurso político a veces se queda en las redes sociales o los titulares, un debate es una plataforma para que los candidatos hablen directamente al país. Y eso, en una democracia en desarrollo como la nuestra, siempre es valioso.  (O)

Dra. Caroline Ávila

Académica. Doctora en Comunicación. Especialista en Comunicación Estratégica y Política con énfasis en Comunicación gubernamental. Analista académica, política y comunicacional a nivel nacional e internacional.

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